Los orígenes de la patata se remontan a 1560 cuando Pedro Cieza de León cargó una nao desde América, La Galeota, con una docena de toneladas de patatas. Tras su llegada a Sevilla, fue a la Casa de Contratación y los inspectores le dijeron que gastronómicamente eso no era útil y que se olvidara que cualquier uso comercial. El navegante español a la vista de los acontecimientos, decidió guardarse vario kilos al objeto de cultivarlas en la finca de sus padres en Llerena (Badajoz).

Este paso supuso con el paso del tiempo la garantía de una economía estable para sus progenitores ya fuera a través del trueque o la venta, pero habría que esperar más de un siglo para que el gran público lo consumiera de manera regular. Fue la realeza quien puso de moda su consumo. Los españoles empezaron a usar estos tubérculos como remedio terminal para paliar el hambre en situaciones extremas en las que las ingerían como recurso último de supervivencia.

Hoy en día encontramos más de una forma de cocinar y consumir las patatas como cocidas y enfriadas, al vapor y al microondas, fritas, al horno, de bolsa, en ultraprocesados. Aunque encontramos más de un tipo, Pastamanía destaca por su elaboración de las patatas rellenas o como ellos llaman ‘Patatas in crosta’ a elegir rellenas de beicon y parmesano o de verduras con queso de cabra.

Además de buscar diferentes tipos de consumir estos tubérculos, también se busca recetas saludables como al horno, una de las recetas más saludables e interesantes ya que se pueden conservar el almidón restante, la piel y todos sus nutrientes. Se puede lograr que incluso adquieran un toque crujiente sin tener que acudir a la fritura.

Es por eso que Pastamanía tiene tanta fama con sus Patatas In Crosta, aunque otras elaboraciones con patatas que destacan en el restaurante son la torre de patatas con sobrasada y huevo frito o la tortilla de patatas trufada.