El risotto es un plato tradicional italiano cuya base es el arroz. Hace unos años que se ha extendido por todo el mundo esta comida, pero el tiempo ha demostrado que la moda no ha sido pasajera. El risotto vino para quedarse, pero ¿qué aporta el risotto a nuestro cuerpo?

Para empezar, el tipo de arroz que se utiliza para elaborar este plato es un arroz redondo, duro y con un alto contenido en almidón. Este arroz libera la mayor parte del almidón con bastante facilidad, que es lo que le da al plato su cremosidad, además de la que puedan aportar otros ingredientes posteriores como el parmesano.

A la hora de cocinarlo, se puede utilizar caldo de pollo, cebolla, vino blanco, aceite de oliva, sal, mantequilla y setas. El origen mediterráneo del plato hace que estos ingredientes sean típicos de una de las dietas más sanas y equilibradas del planeta.

¿Cómo lo cocinamos? Es importante ser estrictos en el tiempo de cocción del arroz. Entre 16 y 18 minutos, debería asegurar una textura perfecta con el interior de cada grano ‘al dente’. El caldo se añade de manera gradual para que el arroz vaya absorbiendo su sabor. Remover es también imprescindible para que los granos suelten el almidón. El parmesano y la mantequilla se incorporan a falta de 3 minutos para que al retirarlo del fuego quede con una textura ideal.

Llega el momento de incorporar el resto de ingredientes del plato. En Pastamanía tienen ahora mismo un risotto con pato y cebolla confitados y también otro con foie fundido y setas. Son variaciones que dan un toque exquisito a la elaboración y sabes que si no tienes tiempo para cocinar, aquí podrás relamer el plato si hace falta.

Y si viajas a las zonas del Piamonte, Lombardía o Verona, donde crecen los tipos de arroz que casan a la perfección con esta obra culinaria, no olvides probar algún risotto. Que sabemos que la pizza está muy buena, ¡pero existen otras delicias igual de sabrosas!