Los frutos secos son un alimento saludable de por sí. Cada uno de ellos tiene sus propiedades beneficiosas y su infinidad de maneras de comerlo. Pero hoy queremos destacar uno de los más beneficiosos para nuestro cuerpo: el anarcado.

Con su característica forma parecida a la de un corazón, el anacardo es esencial para todo amante de los frutos secos. Y lo es porque sus nutrientes son perfectos para nuestro organismo. Sus niveles de ácidos grasos saludables están por encima del de los cacahuetes o las nueces.

Su efecto antiinflamatorio hace que se reduzcan las posibilidades de sufrir problemas cardiovasculares u otras patologías similares. La cantidad de hierro que aportan es esencial para mejorar el sistema circulatorio de nuestro cuerpo.

Con una correcta ingesta de anacardos, estamos ayudando a regular los niveles de colesterol. La vitamina E de estos frutos secos impide, además, que se formen placas en las arterías. Es un buen aliado para nuestra sangre.

En La Finca Ecológica tienen un buen surtido de frutos secos a granel. Cómo no, los anacardos figuran entre sus estantes, ya que su ‘buena fama’ ha ido creciendo durante los últimos años.

Este fruto seco proviene de Brasil y desde el siglo XVI se ha ido extendiendo su disfrute por todos los continentes. Su textura y sabor ayudan todavía más a degustarlos. ¿Cómo podemos hacerlo? Más allá de comérnoslos crudos, son perfectos para incluirlos en ensaladas, creativas tostadas veganas o en creaciones de estilo oriental.

También casan a la perfección con cuscús o arroz blanco. La verdad es que son tantas las posibilidades que ofrece que cada cual puede inventar cómo incluirlos en una dieta sana y equilibrada. El binomio hortalizas – anacardos está cada vez más de moda. ¿A qué esperas a probarlo?