
Estamos acostumbrados a que prácticamente cada día el mundo dedique la fecha para significar un esfuerzo, una dificultad o un logro de la humanidad. Cada 24 de octubre se celebran a la vez esas tres cosas, porque cada 24 de octubre se celebra el Día Mundial contra la Poliomelitis.
Es un esfuerzo porque la humanidad entera ha establecido, desde los años 80 del siglo XX, planes para su erradicación total. Es una dificultad porque para aplicar el único remedio existente, la vacunación, hay que sortear guerras, regímenes y mentalidades hostiles, que incluso han provocado la muerte de centenares de técnicos que únicamente tenían por cometido la administración de la vacuna. Y es un logro porque casi se ha conseguido. Después detallaremos algunas cifras.
El proceso para erradicar la poliomelitis es uno de los hitos más importantes para la humanidad. Merece estudio y reflexión por sí mismo, pero no podemos olvidar en qué situación sanitaria se encuentra el planeta entero. La pandemia por coronavirus que ha producido la covid-19 nos obliga a mirar con mayor atención al trabajo realizado para así comprender mejor los problemas que ha encontrado el programa contra la polio y que, con total seguridad, van a ser similares a los que nos enfrentaremos para conseguir el final de la covid a escala global. Liberar a todos los territorios de esta enfermedad viral es la única forma de asegurar la desaparición de casos y el nacimiento de nuevas cepas que encierren al mundo en un padecimiento sin solución de continuidad.
LA POLIOMELITIS
La historia documentada de la poliomelitis comienza en 1840, cuando el investigador alemán Jakob Heine describió la enfermedad. Está causada por un enterovirus conocido como poliovirus (PV). Es altamente contagiosa y se propaga fácilmente de persona a persona a través de secreciones respiratorias o por la ruta fecal-oral. No tiene cura, solamente vacuna. En las zonas endémicas, el poliovirus salvaje es capaz de infectar prácticamente a toda la población humana.
La enfermedad afecta al sistema nervioso central, especialmente en niños menores de cinco años. Normalmente, el virus accede desde las vellosidades del intestino hasta la médula espinal. Muchas veces, como la covid-19, es asintomática, pero en muchos otros causa inflamación en las neuronas motoras del sistema nervioso central. En ese caso, provoca parálisis, atrofia muscular y deformidad. Si ataca a las neuronas encargadas de mover el diafragma, causa la muerte al no poder funcionar los pulmones.
Al principio, este virus presentaba brotes esporádicos. La propagación de enfermedades está directamente relacionada con la capacidad de movilidad del ser humano y, en esta cuestión, está claro que no es lo mismo el final del siglo XIX con el primer cuarto del XXI. Los contagios crecieron mucho a principios del siglo pasado. De hecho, EEUU padeció en 1916 su primera gran epidemia de poliomelitis, que se repitió en años posteriores.
LA PRIMERA RESPUESTA A LA POLIO: CONFINAMIENTO Y VACUNAS
La respuesta de las autoridades en ese momento de desconocimiento de las formas de contagio fue diversa y cambiante. Algunas nos suenan ahora. Desinfectaban las casas, prohibían la entrada en las poblaciones afectadas, probaron tratamientos que después se han visto ineficaces… Solamente la vacunación concentrada en pocos años a escala mundial ha conseguido cercar a la polio casi dos siglos después.
La primera campaña de vacunación masiva la realizó EEUU en 1957. Fue el comienzo del final de años con brotes muy virulentos. Hubo que esperar 37 años hasta que en 1979 se consideró la enfermedad erradicada del país. Sin embargo, hasta 1994 la Organización Mundial de la Salud (OMS) no consideró que el continente americano estuviese libre de la poliomelitis.
En España la vacuna llegó también en 1957, pero la falta de recursos, de organización y de intención de llegar a toda la población hizo que su inoculación se limitara a los niños internados en los entonces denominados orfanatos, hijos de militares y algún colectivo cercano a los poderes del momento. El sexenio de 1958 a 1963 fue el de mayor incidencia, con más de 2.000 casos por año. La primera campaña con intención de ser masiva se realizó en 1963 a través del sistema público de salud (Seguro Obligatorio de Enfermedad – SOE). Sin embargo, no acabó de funcionar bien, como demuestra el pico de incidencia de 1969 que las autoridades achacaron a la “ignorancia de las madres”. Hasta 1975 no hubo un plan estratégico de vacunación que se mostrase eficaz.
Nuestro país tuvo el último caso de polio salvaje en 1989, puso en marcha un plan propio de erradicación en 1998 y hasta 2002, hace solamente 19 años, la OMS no la consideró como zona libre de la enfermedad.
ROTARY Y EL PROGRAMA MUNDIAL PARA LA ERRADICACIÓN DE LA POLIO
Rotary International se empeñó en 1984 en conseguir la erradicación de esta enfermedad en el planeta y en 1988 la Organización Mundial de la Salud emprendió un programa mundial de erradicación. Impulsó la creación de la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio (GPEI por sus siglas en inglés), en la que participa Rotary International. En ese año la poliomielitis afectó a 350.000, casi todos menores. El dato se ilustra si lo traducimos a jornadas: cada día 1.000 niños en el mundo quedaban paralíticos.
Las aportaciones económicas que llegaron gracias a las acciones desarrolladas con ese fin por rotarios de todo el mundo junto a la inestimable colaboración de la Fundación Bill y Melissa Gates. El programa Polio Plus de Rotary ha hecho posible que en poco más de 30 años la vacuna haya llegado hasta el último confín del planeta. Solamente desde el año 2000 se han administrado diez mil millones de dosis a tres millones de niños. Así, se han prevenido 13 millones de casos.
LA POLIO EN EL MUNDO HOY
Los casos de polio salvaje registrados en el mundo se reducen a dos durante lo que llevamos de 2021. Uno en Pakistán y el otro en Afganistán. Tras la llegada al poder en este último país de los talibanes se temió por la continuidad del programa de vacunación. Las nuevas autoridades del país asiático se han mostrado reacios a la administración del medicamento aduciendo una injerencia occidental. Sin embargo, en las últimas semanas el ministro de salud afgano se ha manifestado a favor de continuar con el programa, si bien no debemos olvidar el asesinato a tiros en marzo de tres vacunadores.
El pequeño número de casos en este año no debe relajar el trabajo. En 2020 hubo en Pakistán 84 y en Afganistán 56, pero la cifra de la tierra talibán supuso casi el doble que el año anterior. Solamente presentan casos ya en el mundo estas dos naciones y se espera que, como ha ocurrido primero en América, luego en Europa y África, Asia se vea libre de la enfermedad en breve.
CONSECUENCIAS DE PARAR EL PROGRAMA DE PREVENCIÓN
Pese a las buenas noticias, las autoridades sanitarias estiman que si ahora se parase la vacunación en un año podríamos contar con 200.000 en el mundo. Como se supone que pueda ocurrir en el futuro con la covid, de la movilidad que se diera en las zonas del mundo que aún no están libres de la polio dependería su difusión a terceros países.
Además de la polio salvaje, con graves consecuencias como hemos ido explicando, existe otro tipo de casos que se continúan produciendo en lugares del mundo en los que la polio se considera erradicada. Se trata de los brotes derivados de los contagios de poliovirus circulantes de origen vacunal. Pese a las campañas de prevención, si la población queda subinmunizada existe el riesgo de que los virus que continúan circulando en el ambiente y también los atenuados que se han inoculado sufran cambios genéticos que infectan a personas sin anticuerpos. Suele presentar bajo riesgo de producir formas graves de la enfermedad, pero la OMS tiene implantado un sistema de vigilancia.
Durante 2021 ha habido 384 casos, cifra inferior a los 458 del mismo período en 2020, cuando en todo el año hubo 1.108. Se concentran en países de África Central, en muchos casos derivados de brotes concretos que se extienden a zonas vecinas. También se dan casos en el cercano oriente, con un patrón similar. Rotary International se ha comprometido a conseguir 1.200 millones de dólares para intensificar la continuación de los programas de vacunación en estas zonas.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de Página66.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.165