Llega el invierno y con él los gorros, las bufandas, la calefacción, la chimenea y los resfriados. Es inevitable, las bajas temperaturas y otros muchos factores relacionados hacen que nuestras defensas estén más despistadas y dejen entrar los virus que nos hacen estar mal. Un remedio natural para combatir estos resfriados es el propóleo.

Una sustancia resinosa que producen las abejas a partir de las yemas y cortezas de árboles como el abeto, el pino o el roble. La mezclan con cera, polen y secreciones salivares para luego construir, repara y proteger su colmena para mantenerla libre de bacterias, gérmenes y virus.

En La Finca Ecológica creen que si las abejas producen esta sustancia para defenderse de factores externos y proteger a su especie, eso es síntoma de que a las personas también les puede venir bien. De hecho, el propóleo supone una gran defensa frente a síntomas gripales, pero también constituye un buen remedio ante un caso de resfriado en estos meses de tanto frío.

El propóleo está compuesto en su mayor cantidad por resinas y bálsamos además de cera de las abejas, aceites esenciales, polen y otros minerales. Las agresiones múltiples a las que se expone nuestro cuerpo se frenan con propóleo gracias a la presencia de flavonoides, compuestos que favorecen a la defensa del organismo.

La Finca Ecológica explica que esta sustancia se puede tomar en formato líquido como jarabes o en formato sólido como cápsulas o caramelos. El propóleo es un elemento indispensable en las casas donde hay personas propensas a resfriarse.