Oye, que no nos libramos de él. Cuando estábamos en la calle Góngora, él venía cada 28 de diciembre. En la calle Calderón, el más madrugador de este día. Desde que estamos en la calle Sant Tomàs, hace acto de presencia fiel a la tradición.

Es el muñeco más inocente que conocemos, el del Día de los Inocentes. Cada 28 de diciembre nos visita, se pega a la puerta como una lapa y ahí se queda hasta que vamos a rescatarlo.

Además, viene acompañado siempre de algún complemento. Este año ha traído consigo un globo, adornos de Navidad y una tarjeta de felicitación “por ser tan inocentes”. Pero es que nos gusta serlo en un día como hoy.

Por cierto, habéis encontrado qué noticia de entre las que hemos publicado es la inocentada de Pagina66). Es muuuuuuuy difícil detectarla. Algunos piensan que hace años que es real…

¡Gracias por acudir a nosotros un año más, Inocencio!