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La extinción del aprendizaje

Artículo de opinión de Sabira El Yamani

Sabira El Yamani

[Img #58196]Durante mi época escolar,mis impresiones de muchos profesores, mis experiencias como alumna, han ido cambiando mi percepción del proceso del aprendizaje, al igual que el estilo de este.

 

Durante mucho tiempo pensé que sacar la mejores notas te hacía el mejor estudiante, claro, poco después descubrí que fue una mentira más dicha por la sociedad.

 

A medida que vas creciendo, vas observando a tu alrededor y empiezas a cuestionarte cosas que antes eran de lógica para ti. Memorizar es una capacidad práctica para el ser humano y a esto, le debo las gracias al sistema educativo actual.

 

No obstante, como existe el ying y el yang, existen otras cualidades, superiores o igual de necesarias que la memorización. No se aprende ni se disfruta con este método, que se ha vuelto tan aterrador en el transcurso de los años de TODOS los estudiantes.

 

Los niños desde pequeños, arriesgan, improvisan, no tienen ningún temor a equivocarse, ya que este es un remedio para explorar y después de eso, innovar.

 

El problema es cuando llegamos a la escuela, nos apaciguan esa curiosidad, penalizan el preguntar, después nos estigmatizan con notas numéricas a base de memorizar, alejándonos así de las capacidades creativas y curiosas.

 

En la escuela nos enseñan a amoldarnos a los patrones establecidos, a adoptar un pensamiento convergente en lugar de divergente. El profesor le interesa que los niños contesten lo que se espera acerca de determinados contenidos que él ha impartido y que los estudiantes no se salgan de las rutas trazadas.

 

El profesor no está preparado para ser sorprendido y hay veces que la razón es porque tampoco quiere, ya que le resulta más fácil que todo sea igual. Los exámenes de la actualidad limitan la curiosidad y la creatividad de los niños, los hacen más torpes con el resultado de poca imaginación.

 

Es más, hace relativamente poco, la actriz Verónica Forqué se suicidó, dejando atrás este mundo, el cual no nos enseñan a manejar nuestros problemas, a entender nuestras emociones, donde temas como la depresión no se trata en los colegios, lugar en el que se imparte la educación, además de ser un tema tabú, en pleno siglo XXI.

 

Hay que educar para la incertidumbre y no apostar siempre por la certeza. Literalmente, en más de un siglo nada ha cambiado, y aun así dicen que preparan a los estudiantes para el futuro, ¿No sería para el pasado?

 

Porque tristemente cambiamos, pero cambiamos al salir del sistema educativo. Y cuando lo hacemos, nos sentimos perdidos y agotados, con bajas probabilidades de volver a encontrarnos.

 

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