En Ontinyent, hace poco que ha aterrizado un establecimiento llamado MERE con un lema bien aprendido: no pagarás por packaging atractivo y llamativo, ni estanterías bonitas. Pagarás lo justo por y para el ahorro, que después de todo es lo que importa.

El formato de venta de MERE es distinto a la mayoría de establecimientos de la competencia. Se denomina ‘sin lujos’ (‘no-frills’ en inglés), ya que carecen de estanterías, mostradores o dependientes. Los palets y cajas forman los pasillos. Este ahorro de mobiliario comercial, junto al alquiler barato del suelo o local y la optimización de su plantilla, da como resultado que sus productos se puedan ofrecer entre el 10 y el 30% más baratos que en la competencia directa.

El Polígono Sector Casa Balones 1 de Ontinyent hace un par de meses que alberga este supermercado ‘low cost’. Es fácil de acceder hasta su ubicación, justo al lado del que será el nuevo hospital general de la localidad valenciana. Además, posee un amplio aparcamiento para alrededor de un centenar de vehículos.

En España, la marca tiene previsto abrir en ciudades importantes y establecer en ellas relaciones sólidas con proveedores nacionales. Además, la apertura de Supermercados MERE en Ontinyent ha supuesto la contratación de personas de la zona para desempeñar los puestos de trabajo que necesitaban.

El establecimiento puso en marcha un experimento. Entregó una misma lista de la compra a dos personas: una compraría en un supermercado de la competencia cerca de casa y la otra en Mere, a 15 minutos en coche y con aparcamiento asegurado en la puerta.

Café, patatas, queso curado, chorizo, frutas secas, nueces, detergente en polvo y papel higiénico, todos con el mismo peso y formato. La compra en el primer supermercado ascendió a 90,45 euros. En MERE, a 56,44 euros. La diferencia entre ambas compras fue del 30%, con los mismos productos sobre el carro de la compra. En una sola compra se ahorró más de 30€, casi un tercio del presupuesto para la compra. Por lo tanto, hacer la compra regularmente en MERE, puede suponer un ahorro importante.

Pese a regirse por este formato llamado ‘sin lujos’, el objetivo es precisamente que los clientes salgan satisfechos por una compra barata y que abarque todos los aspectos de una jornada diaria. Y esto, para muchos consumidores, sí que es un lujo.