Muchas veces nos perdemos una gran cantidad de cosas ricas y saludables o bien porque nunca hemos oído hablar de ellas o bien porque cuando las vemos no nos atrevemos a probarlas. Esta vez, os traemos un ingrediente menos conocido, el bulgur.

Aunque muchos no sepan qué es el bulgur, es muy probable que sin saberlo lo hayáis comido si habéis probado el tabbulé, que aunque muchas cocinas lo preparan con cuscús o quinoa, la forma tradicional de hacerlo es con bulgur.

El bulgur es un ingrediente que se obtiene a partir del trigo y es muy popular en Oriente Medio. Se elabora cociendo los granos de trigo tierno en agua y removiendo constantemente para que se cuezan de manera uniforme y lenta. Una vez cocido se escurre y se deja secar durante varios días. Cuando los granos de trigo cocidos están secos, se machacan para romperlos en trozos, se les quita el salvado y se tamizan para agrupar los trozos resultantes según su tamaño, se dejan secar unos días más y ya está listo.

Este ingrediente se puede usar prácticamente para cualquier plato que se prepare con arroz como ensaladas, sopas, salteados, etc. Aunque también es muy apreciado como sustituto de la carne para preparar albóndigas y hamburguesas vegetales.

Al ser un derivado del trigo, es una buena fuente de carbohidratos y proporciona gran cantidad de energía. Otra de sus principales características es que tiene un índice glucémico bajo y ralentiza la absorción de azúcar en sangre.

Según un estudio clínico publicado en la edición de febrero de 2008 del American Journal of Clinical Nutrition, el consumo de bulgur ayuda a aliviar la inflamación crónica gracias a la betaína, una sustancia que se encuentra en el trigo sin refinar, protegiendo así nuestro organismo contra algunas enfermedades.

La Finca Ecológica ha incluido este alimento en su lista de productos por lo que no hará falta que pases días secando el grano de trigo si no quieres, lo podrás comer al instante.