El paraguayo es un híbrido del melocotón que luce una particular forma aplastada. Se caracteriza por tener una pulpa carnosa, dulce y jugosa y su piel es más fina que la de los melocotones. Existen variedades con pulpa blanca, amarilla, con vetas o estrías, verdes o de color rojizo.

Esta fruta se cultiva en zonas templadas, en España podemos encontrar cultivos sobre todo en Murcia y Lleida. Se pueden consumir al natural o añadirlos en la elaboración de cualquier tipo de postres, confituras, tartas, macedonias…

Su momento óptimo de consumo son los meses de verano además de la mejor ocasión para disfrutas de todas las propiedades y beneficios de esta fruta, cuyo consumo está recomendado por la OMS.

El paraguayo es rico en antioxidantes que contribuyen a reforzar el sistema inmunológico. Por otro lado, es rico en fibra y agua que producen sensación de saciedad aunque resultan ligeros para el estómago y contiene propiedades laxantes.

Estas frutas, al contener compuestos fenólicos, ayudan a regular los niveles de colesterol LDL (colesterol malo). También, por su contenido en magnesio son una ayuda contra la ansiedad y el estrés y contribuyen a regular el sistema nervioso.

Por su contenido en retinol o vitamina A, los paraguayos ayudan a mantener la piel sana, defendiéndose de la acción de los radicales libres. Al contener vitamina C y antioxidantes como la zeaxantina y la luteína también ejercen un efecto beneficioso para la piel.

Estas frutas aportan calcio y fósforo, dos minerales importantes para la buena salud de huesos y dientes. El fósforo y el calcio también mantienen y reparan los tejidos corporales.

En La Finca Ecológica cuando llega el verano se convierte en un indispensable en su catálogo.