Pese a tener días de calor en octubre, poco a poco se va acercando el invierno y hay que preparar las estufas para esos días fríos. Para ello, te contamos cómo puedes limpiar la estufa para que sea más eficiente durante esos días. Aunque recuerda que el mantenimiento anual de la estufa lo debe realizar exclusivamente el personal técnico.

Una limpieza adecuada de la estufa te permite ahorrar combustible y aumentar la duración y la seguridad de tu sistema de calefacción. Para empezar, algo muy básico es que cuando vayamos a manipular la estufa el fuego debe estar apagado, el aparato completamente frío y el cable de alimentación eléctrica desconectado. Si tu estufa no tiene la tecla de ‘limpieza automática o no te convence este tipo de limpieza puedes realizar los siguientes trabajos para facilitar la limpieza.

Un elemento fundamental para limpiar fácil y rápido es la selección del material utilizado para la combustión. La leña madurada correctamente garantiza una óptima combustión y resulta ideal porque evita la acumulación de residuos e incrustaciones tanto en el vidrio como dentro del humero. En el caso del pellet ocurre lo mismo, si eliges un pellet de calidad certificada los beneficios serán mejores.

Un pequeño placer de las estufas es observar la llama que arde. Este detalle se perderá si el vidrio está ennegrecido por el hollín. Los expertos aseguran que limpiar el vidrio correctamente y con constancia te permite salvaguardar la integridad de las juntas evitando consumos excesivos debidos a una mayor entrada de aire en la cámara de combustión.

Si utilizas la estufa todo el día es inevitable que se acumulen residuos de la combustión y si descuidas la limpieza el funcionamiento óptimo del aparato se puede ver afectado. Por ello, las estufas de leña suelen requerir una limpieza cotidiana del hogar como vaciar el cajón de la ceniza regularmente y eliminar las incrustaciones de la rejilla del hogar. Por otro lado, la limpieza de las estufas de pellet se verá afectada dependiendo del tipo de pellet que se utiliza y de las horas de funcionamiento de la estufa.

En este tipo de estufas el material no consumido es muy poco, así puedes vaciar el cajón de la ceniza, en caso de tener uno, cada dos días. Una vez a la semana habrá que limpiar la cámara de combustión y controlar cada día el estado del brasero y del soporte del brasero. Según los expertos para eliminar la ceniza es necesario utilizar una aspiradora de ceniza ya que la aspiradora normal no tiene un sistema de filtración adecuado para la ceniza.

La ceniza de leña natural derivada de la combustión de estufas o chimeneas se compone principalmente de óxidos de calcio, silicio, potasio y magnesio. Una vez apagadas las brasas y dejadas enfriar puedes utilizar la ceniza para fertilizar las plantas, lustrar la platería y acero o derretir nieve o hielo sin utilizar sal. En caso de no querer utilizarla se puede desechar en el contendedor orgánico en caso de no tener cuerpos extraños o inorgánicos.

Pese a que tú mismo puedes realizar el mantenimiento de la estufa, no hay que olvidar que una vez al año el técnico tendrá que realizar un mantenimiento extraordinario que es obligatorio por ley. Este mantenimiento normalmente se realiza una vez finalizada la temporada invernal cuando el sistema de calefacción no se va a volver a usar. El técnico deberá encargarse de la limpieza del humero, la toma de aire exterior y el conducto del aire de combustión, la verificación de la estanqueidad de las juntas, el sellado de eventuales fisuras, la eliminación de todos los residuos de las partes internas de la estufa, el control de la emisión de humos y el control de los componentes electromecánicos.

Ahora todavía estás a tiempo de realizar la revisión y en Chimeneas Sirvent se encargan de pasar estos controles a las chimeneas y estufas de las viviendas.