Ahora que los costes de gas y electricidad se han disparado mucha gente ha optado por las estufas de pellets para calentar sus hogares pero no todos los pellets son iguales. Elegir el mejor pellet te permite limitar el coste de calefacción y del mantenimiento de la instalación y ayudar a reducir la contaminación.

En el momento te introduces en el mundo de este tipo de combustible, te das cuenta que la oferta de pellet en el mercado es muy heterogénea y puede desorientar al comprador. SI miramos sólo el precio y elegimos el producto menos costoso creemos que estamos ahorrando pero el uso cotidiano demostrará que un pellet de baja calidad puede resultar perjudicial para tu estufa.

El pellet de baja calidad puede dar origen a problemas como mala combustión y atascamiento del brasero, baja capacidad para desarrollar calor, favorece la formación de creosota y el vidrio de la estufa de pellet se pone negro.

Por eso es tan importante enterarse bien de lo que vamos a comprar. Los pellets se clasifican en clase A1, madera de origen forestal y residuos de madera sin tratar químicamente con bajos contenidos en cenizas, nitrógeno y cloro; Clase A2 pellets con más cenizas, nitrógeno y cloro que el anterior; Y Clase B, permite utilizar madera que proviene del reciclaje. Además, existen pellets con certificado y otros sin.

Los expertos aconsejan comprar pellets con certificado ya que son los que tienen un mayor control de calidad. Aún así, en los análisis de la OCU se han encontrado pellets certificados que no cumplen con los límites de certificación y pellets no certificados con mejores resultados que algunos certificados. Los certificados que existen son el ENplus, es el más conocido y en España se encarga de implantarlo la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa; y el DINplus, un certificado alemán implantado por DIN CERTCO.

Además de consultar la calidad del pellet, hay algunos indicadores que pueden dar una idea de estar comprando un buen pellet. En Chimeneas Sirvent explican que un pellet de buena calidad debe tener un color uniforme y brillante, tiene que estar bien compactado y sin polvo y debe disponer una densidad superior a la del agua.

Por otro lado, el etiquetado de los pellets es importante. Una vez delante la etiqueta hay que fijarse en estas características: Cenizas, cuanto mayor sea el porcentaje de cenizas más mantenimiento necesitará el aparato porque puede generar problemas de corrosión y más emisiones; Humedad, cuanto mayor sea el porcentaje de humedad, menos calor proporcionará, debería ser inferior al 10% para conseguir un calor óptimo; Capacidad calorífica, esto es la energía que nos proporcionará, lo ideal es que sea superior a 16,5MJ/kg; Durabilidad mecánica, depende de la cantidad de polvo que contenga el saco de pellets; Y tamaño del pellet, un pellet demasiado largo puede crear problemas en la carga y entrada de la cámara de combustión.

Por último, dentro de todas las características anteriores, hay que buscar un buen precio. Los pellets están disponibles en sacos de 12 0 15 kg, en bolsas grandes y al por mayor. Si compras bolsas o sacos cerciórate de que no están dañados ya que podría entrar la humedad. En cuanto al precio, actualmente un saco de 15kg cuesta unos 7,5 euros, pero también hay productos más caros. Hay que tenerlo en cuenta pues puede que la opción al final no resulte tan rentable.