Hace un tiempo atrás que se han puesto muy de moda las estufas de pellets por ser una opción más ecológica y eficiente que otro tipo de sistemas de calefacción ya que funcionan con pellets, un material con alto poder calorífico y baja emisión de CO2.
Los expertos aconsejan que para aprovechar al máximo todas las ventajas de una estufa de pellet sea un profesional quien la instale. Así se podrá disfrutar de todo su poder calorífico, una larga vida útil y el ahorro previsto además se evitarán riesgos de una mala combustión, se cumplirá con las normativas y se cuidará del medio ambiente.
La instalación correcta de la estufa asegura una buena combustión del pellet permitiendo la entrada del aire exterior y la evacuación adecuada de los humos. Así la estufa tiene el rendimiento esperado y el usuario consigue sacar el máximo partido a cada carga de combustible, se respira aire puro porque los humos salen al exterior sin obstáculos a través de los tubos de evacuación y el aire de la estancia no se envicia porque la estufa cuenta con el aporte necesario de oxígeno para la combustión.
También, se alarga la vida útil de la estufa porque una mala instalación puede causar graves problemas de funcionamiento de la estufa y dañar sus componentes. Con el uso de tubos homologados y un diseño correcto de la chimenea, solo tendrás que ocuparte de mantener limpia la estufa. Por el contrario, una mala decisión de materiales o tubos y una mala instalación provocará problemas como tubos rotos o quemados por sobrecalentamiento, juntas deterioradas, condensaciones de agua sucia que gotea, atascos en la evacuación y daños en elementos cercanos como paredes, techos o vigas.
Por otro lado, hay algunos puntos a tener en cuenta para una correcta instalación como la ubicación de la estufa, se deben conservar las distancias de seguridad recomendadas por el fabricante para evitar riesgos de incendio por calentamiento. Suele indicarse 1m libre como mínimo por delante y 0,50m en los laterales. Otro aspecto a tener en cuenta es la entrada de aire, hay estufas que cogen el aire necesario para la combustión de la misma estancia donde se encuentran, en ese caso se prevé una rejilla de ventilación para evitar que se envicie el aire y que se produzca una mala combustión.
La parte más delicada de la instalación y donde se suelen cometer más errores es la evacuación de humos. Por ello es un punto muy importante a tener en cuenta. Chimeneas Sirvent recomienda el uso exclusivo de tubos homologados que están preparados para soportar altas temperaturas y tienen las juntas estancas para que no haya peligrosas fugas en los empalmes.
Para una correcta salida de los humos, el recorrido por los tubos de conexión y chimenea debe ser lo más directo posible y en vertical. Los tramos en horizontal no pueden superar los 3 metros. Además, para evitar que el viento revoque el humo dentro, la chimenea debe salir por el tejado, en ningún caso por la fachada. La chimenea tiene que sobresalir del punto más elevado del tejado 40cm como mínimo. Por último, al final de la chimenea se ha de colocar un sombrerete antivientos para evitar que un viento fuerte impida la salida de los humos, además protege la chimenea de la lluvia.
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