Los hábitos de hoy en día han cambiado mucho respecto a los de hace unos años. También en la conducción, ya que en poco tiempo ha crecido el número de vehículos que circulan por las calles y el uso que le damos para viajar, ir a trabajar o desplazarnos de forma general.
Esto hace que los motores de hoy en día trabajen en condiciones que no son óptimas para su funcionamiento. Las prisas nos llevan a encender el motor en frío. Los pequeños trayectos que llevamos a cabo, sumado a los límites de velocidad cada vez menores en ciudades tampoco son buenos aspectos para el vehículo. La calidad de los carburantes deja mucho que desear en algunas estaciones de servicio.
La suma de estas circunstancias provoca que se genere carbonilla en la zona del motor. Se trata de residuos que se van acumulando rápidamente en las piezas involucradas en el proceso de combustión: codos, EGR, FAP, turbo, catalizador... Esta carbonilla produce consecuencias muy negativas que se traducen en averías en el vehículo, pérdida de potencia del motor, aumento de consumo de combustible y, por consiguiente, mayor contaminación.
LA DESCARBONIZACIÓN COMO SOLUCIÓN
La descarbonización es un método de limpieza profunda y profesional del motor que se realiza utilizando gas orto-oxihidrógeno en cualquier motor diésel o gasolina. Se lleva a cabo en turismos, furgonetas o camiones, de una manera sencilla y económica, sin tener que desmontar ninguna pieza y en menos de una hora. Todas estas ventajas hacen que no tenga nada que ver con otros sistemas de limpieza, ya que, además, respeta al máximo el medio ambiente.
Un servicio de descarbonización cada 15.000 – 20.000 km sería una buena medida de prevención para cualquier vehículo. Si este ha acumulado años y ha sobrepasado los 20.000 km, los residuos habrán alcanzado un grosor considerable. Puede que no hayan llegado a poder producir averías, pero continuará siendo altamente recomendado realizar una descarbonización profunda.
Pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) sin haber hecho una descarbonización puede generar problemas a la hora de superarla con todo en regla, según han explicado los expertos de Feralvi Automoción. Pero además de este proceso obligatorio, una descarbonización se notará en diversos aspectos de la conducción y el cuidado del automóvil.
Para empezar, el vehículo recuperará potencia y a la vez el motor modificará su sonido. También destaca el efecto medioambiental que genera, ya que disminuirán las emisiones contaminantes y habrá una reducción importante en el consumo de combustible.
A la hora de ponerse al volante, la descarbonización tendrá como consecuencia positiva que se necesitará una menor presión del pedal del acelerador para mantener la velocidad. Los adelantamientos se podrán hacer sin reducir marchas debido a una mayor recuperación y elasticidad del motor, mientras que tendrá mayor suavidad en el ralentí y ausencia de vibraciones. Todo esto alargará la vida útil del motor y de los demás componentes para que el vehículo esté en perfectas condiciones.
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