El hinojo es una planta originaria de la cuenca mediterránea y se cultiva desde hace siglos, desde la época de Carlomagno. Es un ingrediente muy apreciado en la cocina mediterránea por su delicado aroma y sabor y también tiene muchas propiedades medicinales. Crece en cualquier sitio, incluso en zonas secas y con piedras.
Es importante diferenciar entre el hinojo silvestre y el dulce ya que el primero crece de forma espontánea y solo se utilizan sus tallos y sus semillas para aromatizar diversos platos. En cambio el dulce está considerado una hortaliza, la parte comestible es un bulbo carnoso, aromático y tierno. De él emergen unos tallos tiernos, crujientes y de sabor anisado. Lo puedes encontrar desde otoño hasta el mes de junio.
El hinojo regula el sistema digestivo favoreciendo la digestión y ayudando a expulsar los gases. Se ha utilizado desde la antigüedad por sus características beneficiosas para el estómago, parecidas a las que ofrece el anís o el comino. Es un depurativo natural por su poder diurético, por lo que ayuda a eliminar líquidos y toxinas. Los expertos aseguran que tomando un té después de cada comida combatiremos edemas y el sobrepeso.
Es un ingrediente muy recomendable para las menstruaciones dolorosas y escasas. Actúa como estrógenos naturales para las mujeres y aumenta la producción de leche en madres lactantes. Además, podemos combatir la gingivitis y las infecciones bucales,y el mal aliento masticando sus semillas después de las comidas. Ayuda a expulsar la mucosidad de las vías respiratorias y a calmar la tos productiva.
Las semillas, las hojas y el cogollo del hinojo contienen azúcares, fibra, sales minerales y vitaminas A, B3 y C, proteínas, carbohidratos, ácido fólico y aceites esenciales. Además tiene un bajo contenido en grasas y de aporta calórico. Los expertos aseguran que el hinojo tomado en infusión abre el apetito y ayuda a disminuir el dolor de estómago y la inflamación del vientre. Igualmente, por su capacidad antiinflamatoria, es recomendable lavarse los ojos con una infusión de hinojo, que aliviará la inflamación de los párpados y los orzuelos. Para los ojos cansados es muy efectivo aplicarse una infusión de hinojo y darse unos suaves toques con los ojos cerrados.
La Finca Ecológica nos aconseja que para que estén frescos hay que comprobar que los bulbos sean muy blancos, son trazos verdes. No deben tener manchas ni golpes y las hojas tiene que estar apretadas. Además, conviene elegir los pequeños ya que tienen mejor presentación y se cuece en menos tiempo.
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