Todos sabemos que la sobrasada es un producto cárnico crudo y curado que se elabora con seleccionadas carnes de cerdo que se pican y se condimentan con sal, pimentón y otras especias. Pese a que es un alimento muy tradicional en diferentes zonas del Mediterráneo la que más destaca por su calidad y su sabor es la de las Islas Baleares. Pero, ¿de donde proviene este producto?

Los embutidos y otras técnicas de conservación surgen por la antigua necesidad de mantener y alargar la vida útil de la carne. En determinadas zonas de Oriente Medio la técnica de embutir carne picada en las tripas de los animales se inicia en la Edad Antigua. En las Islas Baleares empiezan a producir embutido con la llegada del Imperio Romano, pero se abandona tras la anexión al Califato de Córdoba ya que la carne de cerdo está prohibida en el Corán.

A partir de la conquista de la isla de Mallorca por Jaime I de Aragón, se recupera la cultura cristiana occidental y con ella el consumo de carne de cerdo. En esta época se realizan inventarios que detallan piezas de carne colgadas, aunque nada que ver con el embutido que consumimos actualmente, para eso todavía faltará tiempo y condicionantes históricos y culturales.

La primera referencia histórica que se tiene de la sobrasada se encuentra en un documento del año 1403 en el que el Rey Martín I de Aragón, conocido como ‘el Humano’ o ‘el Eclesiástico’ solicita sobrasadas y otras viandas al mayordomo del Rey Martín I de Sicilia, hijo del Humano con su primera consorte Maria de Luna.

Por tanto, aunque la sobrasada Balear sea de las más apreciadas y conocidas, es más que probable que su origen sea italiano, concretamente de la zona sur del país. El Diccionario Català – Valencià- Balear de Alcover y Moll confirma la etimología italiana de la palabra y explica que ‘Sobrasada’ proviene del vocablo itálico sopressata, que a su vez deriva de sopressa que significa picado.

Gracias a la existencia de un intenso comercio marítimo entre diferentes zonas del Mediterráneo, la técnica de elaborar sobrasada llega a Valencia y de allí a las Islas Baleares, donde se adopta y se expande rápidamente.

Después de conocer un poco más su historia seguro que a más de uno se le ha hecho la boca agua y está planificando un viaje a las Islas Baleares para comprar sobrasada. Si no os apetece o no podéis viajar, en Pastamanía hay un plato que consiste en una torre de patatas con sobrasada y huevo que está para chuparse los dedos.