No hay mejor manera de vivir el aire libre y el buen tiempo que disfrutando de una buena barbacoa. El jardín se convierte en el epicentro de las reuniones de amigos y familiares acompañados de una buena comida. Y es que todo lo que se cocina a fuego lento y con cariño está más rico. Es por ello que cocinar en nuestra propia barbacoa de obra se hace algo muy interesante ya que podemos gozar de la tranquilidad de nuestro hogar y cambiar la rutina.

Este tipo de construcción durará una eternidad si está bien hecha,no se va a oxidar, ni a desmontar y no te dará pereza tener que montarla para utilizarla, así que no tendrás excusa par disfrutar de una gran velada. La barbacoa de obra resulta bastante cómoda, ahora que siempre estarán montadas y dispuestas para hacer una barbacoa. Su primordial virtud es el tamaño, logrando edificarla de la forma y con el diseño que sea del gusto del propietario.

Antes de empezar a construir tu barbacoa debes tener en cuenta una serie de consideraciones. Una barbacoa de obra suele tener inicialmente un coste más elevado que una de tipo portátil o prefabricada de hormigón. Aún así, no es una diferencia preocupante ni definitiva teniendo en cuenta que la de obra es para toda la vida.

Una barbacoa de obra es una construcción fija, es decir, que no se puede mover. Esta característica puede hacer que pierda algo de versatilidad frente a otros tipos de barbacoas. Por ello, algo muy importante antes de construirla es pensar en la ubicación. Coloca tu barbacoa lo suficientemente próxima a la casa para que no tengas excesiva dificultad para proveerte de lo necesario, pero no tan cerca como para que el humo se cuele en tu casa. Evita la cercanía a puertas y ventanas sobre todo si tu barbacoa no está provista de campana.

También debes tener en cuenta guardar una distancia prudencial entre los comensales y tu barbacoa. Observa elementos circundantes que pueden verse afectados como muebles, cobertizos o cercas de madera por chispas liberadas por el fuego.

Una vez analizados los pros y contras de las barbacoas de obra toca decidir qué tipo se adapta más a nuestras necesidades. Por un lado están las parrillas sin campana, tienen una estética pura y limpia. Permiten ver por cualquier zona de la parrilla teniendo mejor visión sobre el alimento que se está cocinando. Aportan un ambiente más minimalista a nuestro jardín, son más fáciles de construir y por lo tanto más baratas.

Por otro lado, encontramos las parrillas con campana o chimenea. Con la incorporación de este accesorio se logra la óptima canalización del aire que mejora la combustión además de la conducción del humo. Las chispas que surgen de la combustión están más controladas en este tipo de barbacoas de obra con tejado, lo que puede evitarte algún susto.

Ahora que ya conoces los dos tipos de barbacoa más frecuentes, solo queda seleccionar el espacio ideal en casa para colocarla. En Chimeneas Sirvent pueden realizar tu barbacoa a medida para que se adapte al espacio que hayas escogido.