Los vecinos del Estepar alarmados ante la posible tramitación por parte del Ayuntamiento de un plan urbanístico que supone un abuso para las más de 100 familias residentes y que pondría en grave riesgo el acuífero del Molinar.

Y la historia se repite…

Corría el año 2007 cuando el ayuntamiento y los propietarios de un suelo totalmente agreste ubicado en las inmediaciones de la Urbanización de El Estepar, querían tramitar a toda prisa el planeamiento para la aprobación de la construcción de más de 100 viviendas adosadas. La dedicación y esfuerzo de los vecinos en denunciar las numerosas irregularidades de aquel plan y la crisis, paró el proyecto…, pero 15 años después la historia se repite.

El Ayuntamiento está estudiando la posible tramitación de un PRI (Plan de Reforma Interior) que permitiría el desarrollo de 300 nuevas casas en plena sierra dels Plans, en un suelo totalmente agreste, pero clasificado como suelo urbano, sin serlo, hace más de 34 años, saltándose la normativa urbanística vigente en aquel momento, de modo que se evita cumplir con los requisitos de supervisión de entes superiores como la Consellería de Medio Ambiente, Territorio Y Urbanismo, así como la obligatoriedad del uso de otros instrumentos de planeamiento más garantes con la ciudadanía y con el cumplimento de las normas urbanísticas y medioambientales, que han cambiado, y mucho, a lo largo de estos 34 años.

El PRI que se pretende desarrollar ocupa una superficie de casi 1.400.000m2, e implica cuadriplicar el número de vivienda actuales. Dicho plan se iniciaría por una primera fase que no englobaría a las viviendas que llevan más de 40 años edificadas, donde sus familias residen de manera irregular desde entonces, sin que se les permita legalizar su situación, sino por la zona completamente virgen ubicada encima del acuífero del Molinar.

Dicho proyecto supondría la tala masiva de miles de pinos y carrascas de envergadura, el sellado del suelo y la desaparición de muchas hectáreas de suelo forestal que de llevarse a cabo, provocaría daños irreversibles en la flora y fauna existentes, alteraría el paisaje de los montes de nuestra ciudad y pondría en grave riesgo el acuífero del Molinar.

Los vecinos alertan que han sido conocedores de un informe emitido en mayo del año 2021 por la empresa ALJIBE CONSULTORES a instancia del propio Ayuntamiento de Alcoy con el fin de delimitar el perímetro de protección del acuífero del Molinar, que no se está teniendo en cuenta por el consistorio, y que concluye claramente que cualquier desarrollo urbanístico en la zona, pondría en grave riesgo el acuífero del Molinar, del que se abastece más del 60% de la población de Alcoy y comarca.

El acuífero del Molinar bebe sus aguas de toda la Canal. Justo el suelo que se quiere desarrollar está en la boca del barranco de la batalla, entre la Zona II-a de Dilución y Control (Acuífero Libre) y la Zona HSa de Protección Hidrológica del mapa adjunto, lugar en el que el acuífero del molinar aflora a superficie y, por tanto, carece de cualquier protección natural. Dicho informe establece en sus conclusiones la necesaria;

“Incorporación una nueva zona no contemplada anteriormente y cuyo riesgo reside en la posibilidad de contaminación de las aguas superficiales esporádicas de la cabecera del Barranco de La Batalla, por lo que se define la zona HSa, que incluye la totalidad de la cuenca superficial vertiente del mismo, siempre y cuando no contemple otro tipo de protección ya zonificada. El régimen de protección en este nuevo ámbito debe ser equivalente al de la Zona I de Protección Microbiológica, es decir, el máximo posible”. (…)

“Con el fin de proteger estas zonas del riesgo de contaminación deben quedar prohibidas en estas zonas los usos: industriales, residenciales (exceptuando a los ya existentes), agrícolas intensivos y ganaderos con carácter general y en particular las actividades siguientes: (…) 7. Usos residenciales  Nueva construcción de urbanizaciones en cualquier densidad”

Es evidente, que el desarrollo de 300 nuevas viviendas previsto en el planeamiento presentado ante el Ayuntamiento de Alcoy, ubicadas entre la Zona II-a de Dilución y Control y la Zona HSa de Protección Hidrológica y que implicaría la implantación y mantenimiento de una depuradora justo en dicha zona, podría resultar devastador para nuestro acuífero. Y así lo han manifestado también otras asociaciones ecologistas, como la Colla Ecologista La Carrasca.

Además del impacto medioambiental, el planeamiento urbanístico presentado resulta totalmente confiscador y abusivo para las familias residentes, que se ven “secuestradas” por un negocio particular, ya que tendrían que pagar costes del desarrollo urbanístico de un suelo virgen (abrir y pavimentar nuevas calles con una anchura de 5 hasta 15 metros en algunos tramos, instalación de red eléctrica, red de agua potable, alumbrado público, perforación de un nuevo pozo, doble red de saneamiento -para aguas residuales y para aguas pluviales-, instalación de una depuradora, etc.), que no es suyo, y a la vez, no se les permitiría terminar de urbanizar sus propias calles, lo que implicaría que sus viviendas y su urbanización seguirían sin ser legales durante años, que podría llegar alcanzar los 50 años, o más.

En caso de aceptar a tramitación este PRI, el Ayuntamiento de Alcoy estaría contradiciendo sus propios informes, tanto el anteriormente citado de la empresa ALJIBE CONSULTORES, como su propio PGE que ha presentado y está pendiente de aprobación definitiva en la Conselleria, que considera que la demanda de segunda residencia podría ser negativa en los próximos 20 años, y en el mejor de los casos oscilaría entre 36 y 149 viviendas. Pues bien, solo el Estepar albergaría la posibilidad de casi 300 nuevas viviendas, a lo que habría que sumar otras urbanizaciones como el Sargento, Baradello, Montesol, Sol y Camp, etc. más el lógico cambio generacional.

Además, el informe concluye que “procede priorizar las actuaciones sobre la ciudad consolidada frente a nuevos desarrollos”. Ante esa situación, los vecinos de El Estepar, muy preocupados, se han reunido en los últimos cinco meses tres veces con el Ayuntamiento (incluido el alcalde Toni Francés), para solicitar información, para manifestar su inquietud ante un proceso urbanizador que favorece los intereses de un grupo urbanizador local y que resulta muy perjudicial tanto para el medio ambiente como para las familias que allí viven, y plantear alternativas más acordes con la realidad fáctica del suelo y la normativa urbanística Sin haber obtenido una respuesta clara por parte del consistorio hasta el momento.