Desde hace unos años uno de los snacks más famoso y habitual para ‘matar el gusanillo’, sobretodo para aquellos que quieren cuidar su alimentación, es la fruta deshidratada. Se caracteriza principalmente por ser fácil de comer y deliciosa y es una alternativa fantástica a aperitivos procesados y poco saludables.

Cuidar de nuestra dieta implica cumplir con una de las pautas básicas nutricionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), consumir cinco frutas al día. En ocasiones es imposible seguir esta indicación ya sea por falta de previsión o por cuestiones prácticas del día a día. En esos momentos, una de las mejores opciones es tener siempre a mano fruta deshidratada. Este tipo de piezas de fruta son sencillas de transportar y limpias a la hora de comer, pueden ayudarnos a mantener nuestra pauta de alimentación. Pero como todo en esta vida, no toda la fruta deshidratada sirve.

Para empezar, la fruta deshidratada es fruta natural a la que se le ha extraído la parte de agua mediante un proceso primero de deshidratación y después de secado. Tras este proceso tres de las características de la fruta se ven alteradas como son la jugosidad, el tamaño y el peso. Es por esto que no es posible encontrar todo tipos de frutas deshidratadas ya que solamente se podrá realizar con aquellas que tengan la pulpa carnosa y que no tienen el agua como componente principal.

Si entramos dentro de sus propiedades, la fruta deshidratada cuenta con un alto contenido en fibra. Además, mantienen la concentración de vitaminas y minerales propia de cada fruta. Como sucede con los minerales, los antioxidantes propios de cada fruta se mantienen también en su versión seca. Son unos aliados para cuidar de la salud de nuestro corazón, de la regeneración del sistema celular y del aspecto de la piel.

Un punto muy importante es que la fruta seca es apta para diabéticos. A pesar de contar con mayor dulzor, hay estudios que aseguran que la fruta deshidratada cuenta con un índice glucémico bajo. Por último, por más que veamos la fruta deshidratada únicamente como un tentempié, es sumamente versátiv ya que se puede usar como guarnición, como complemento en el desayuno o ensaladas o como decoración de un plato de repostería entre otras posibilidades.

La Finca Ecológica advierte que si nuestra intención es valernos de la fruta deshidratada y sus propiedades es fundamental evitar aquellas frutas secas con azúcares añadidos ya que si no nos fijamos en la letra pequeña, ese gesto presuntamente saludable que busca cuidar de nuestro organismo no lo será tanto ya que estaremos añadiendo azúcares industriales extras a nuestra dieta.