Cuando pensamos en patatas nos viene a la mente enseguida la patata blanca ya que es la que más se suele consumir pero existe una diversa gama de tipos de patata entre los que podemos elegir como por ejemplo la patata roja.

La principal diferencia entre la patata roja y blanca es el color de la piel, la patata roja presenta una piel roja y algo menos rugosa que la blanca mientras que la blanca presenta una piel marrón o amarilla.

Ambas presentan alto contenido en almidón, pero la patata roja tiene un índice menor que la blanca. En el caso del azúcar ocurre lo contrario, ya que la patata blanca contiene un porcentaje menor de azúcar que la roja.

Otra diferencia que encontramos es el tamaño. Es frecuente hacer uso como guarnición de las patatas blancas de menor tamaño existiendo platos específicos de estas, cocinándolas enteras y con su piel. Esto se debe a que esta patata tiene unos tamaños más diversos pudiendo encontrar un abanico que va desde la más pequeña a la más grande. En cambio la patata roja tiene un tamaño medio y menos variado.

Si hablamos de la textura de cada una, ahí también encontramos una gran diferencia ya que la roja podemos ver que es más definida y la blanca más esponjosa. Esto hace que puedan ser más idóneas unas u otras para cada tipo de plato y proceso de preparación por el que tenga que pasar.

Elegir el tipo ‘incorrecto’ no determinará un fracaso absoluto en la cocina pero sí que puede ayudar a conseguir ese ‘puntito’ que falta y no sabemos a qué se debe. Por ejemplo, si conocemos la textura de cada una podemos decantarnos por una u otra según el plato. Si vamos a hacer un puré elegiremos la patata blanca ya que tiene una textura más esponjosa y la hace ideal para este tipo de elaboración, lo mismo ocurre si queremos hacer patatas fritas.

Por su parte, la patata roja es más entera y hace que se rompa menos, por lo tanto no se nos desmenuza cuando la cortamos después de hervirla. Es por eso que resulta exquisita para preparar ensaladas, guisos o para cocinarla al vapor. Además, absorbe mejor los sabores, lo cual puede aportar un punto extra a nuestro plato.

En La Finca Ecológica aseguran que elijas la patata que elijas no te preocupes que seguirá siendo nutritiva y deliciosa.