Con la remodelación de La Rosaleda, van a restaurar el monumento de San Jorge. Algunos dirán que hay cosas más importantes que restaurar un monumento.

¿Por qué restaurar los monumentos?

Los monumentos son testigos mudos de la historia, el arte y la cultura de una sociedad. Son expresiones de la identidad, la memoria y el patrimonio colectivo de un pueblo. Por eso, restaurar los monumentos no es solo una cuestión estética o técnica, sino también una responsabilidad social y moral.

Restaurar los monumentos significa devolverles su dignidad, su valor y su función original, respetando su autenticidad y su integridad. Significa también preservarlos para las generaciones futuras, que podrán disfrutar de su belleza y aprender de su significado, Significa , en definitiva, reconocer y valorar el legado de nuestros antepasados, que nos han dejado un rico y diverso patrimonio cultural.

Sin embargo, restaurar los monumentos requiere de una financiación suficiente, de una gestión eficiente y de una participación ciudadana. Requiere, en suma, de una voluntad política y social que apueste por la conservación del patrimonio cultural como una inversión y no como un gasto.

Por eso, desde este espacio, quiero hacer un llamamiento a las autoridades, a las instituciones, a las organizaciones y a los ciudadanos para que se involucren en la restauración de los monumentos. Quiero que se reconozca la importancia de este trabajo, que se apoye a los profesionales que lo realizan,que se destinen los recursos necesarios y que se difunda el resultado. Quiero que se tome conciencia de que restaurar los monumentos es una forma de respetar nuestra historia, de enriquecer nuestra cultura y de mejorar nuestra ciudad.