En esta ocasión os venimos a hablar de una variedad de leña poco conocida pero que su utilización hace que los alimentos adquieran un aroma y sabor únicos. Hablamos del sarmiento o rama de vid, que seguro que vas a incorporar a tu barbacoa.

Esta leña se caracteriza por tener una llama intensa y con un enorme poder calorífico aunque la llama dura menos que la de otras leñas. Se usan sarmientos para hacer paellas, verduras, carnes, pescados, aunque su producto estrella son los calçots.

Algunos de los beneficios de los sarmientos en los calçots es que encender un sarmiento es sencillo y muy rápido, la llama toca directamente el calçot, con lo que la transferencia de sabor es directa. El golpe de calor que recibe el calçot es muy intenso, lo cual hace que su cocción sea perfecta, la llama dura lo suficiente como para asar una parrilla. Dado que prende muy rápido con sólo echar más sarmientos encima de las brasas volvemos a tener fuego. Además, es un producto barato y fácil de obtener.

Como hemos dicho, los sarmientos de vid no solo se utilizan para la cocción de los calçots, sino que también son muy versátiles. Su rápida combustión los convierte en un excelente combustible para encender chimeneas, estufas y realizar barbacoas. Además, aportan un sabor especial a paellas, carnes, verduras y guisos, gracias a sus matices organolépticos.

En Chimeneas Sirvent recomiendan seguir algunos consejos para el correcto encendido del sarmiento como utilizar papel de diario o encendido rápido para facilitar la combustión de los sarmientos; Evita utilizar líquidos inflamables ya que pueden generar llamaradas peligrosas; y Asegúrate de que los sarmientos estén secos y libres de humedad para un encendido más eficiente.

Por otro lado, es importante tener en cuenta algunas precauciones para el uso seguro y efectivo de los sarmientos de vid en la cocina como no usarlos en espacios cerrados sin la ventilación adecuada ya que pueden producir humo y gases; Evita tocar los sarmientos encendidos con las manos desnudas, utiliza herramientas adecuadas para manipular el fuego; Apaga los sarmientos completamente una vez finalizada la cocción, asegurándote de que no queden brasas encendidas; y almacena los sarmientos en un lugar seco y protegido de la humedad para asegurar su buen estado.