Se acercan días festivos en Alcoy y son momentos en los que a todo el mundo le gusta lucir, no solo a la hora de vestir, sino también en piel y rostro. Además, coincide siempre con la aparición de un mejor tiempo, antesala de un verano que siempre gusta para estar radiante en todos los aspectos.
Pero para tener un rostro bello y cuidado en cualquier acto o fiesta hay que pensar en él anteriormente y aplicarle tratamientos que ayuden a este objetivo. Uno de ellos es el uso de la toxina botulínica, una sustancia que reduce y previene las arrugas y las líneas de expresión faciales.
En Barrachina Medicina Estética – Clínica Dr Rius explican que el miedo generado desde hace años por el uso de la toxina botulínica es tan solo una creencia, ya que la medicina estética es una actividad médica especializada mediante la que se pretende mejorar la calidad de vida de los pacientes. Es por ello que, aplicada por profesionales médicos, existe máxima seguridad y garantía a la hora de someterse a estos tratamientos.
Entre sus beneficios, esta toxina es ideal porque se adapta a cualquier tipo de rostro y puede incidir en lugares clave como las líneas de expresión de la frente y el entrecejo, pero también atenuar las patas de gallo que con la edad aparecen en nuestra cara.
Otro de los aspectos a destacar es que apenas se nota su tratamiento. Es prácticamente indoloro y las marcas no se aprecian una vez aplicada la toxina botulínica.
El principal objetivo en tratamientos estéticos como este es potenciar los rasgos naturales del paciente, sin tener en cuenta modas o cánones de belleza tradicionales. Aquellas personas que acuden a la consulta persiguen mejorar su aspecto físico, pero también su bienestar emocional y social. Esto fortalece la confianza un sí mismo de aquel que se siente bien con su aspecto.
El tratamiento con toxina botulínica se puede aplicar en la primera consulta, si el médico valora que es adecuado para obtener el resultado por el que el paciente pregunta. Para lograr un rejuvenecimiento idóneo es preciso un conocimiento detallado de la anatomía facial del paciente, un diagnóstico personalizado y un tratamiento integral
que permita obtener resultados más naturales y duraderos.
Hay que tener en cuenta que esta toxina ya se emplea para tratamientos médicos de algunas enfermedades que no están relacionadas con la medicina estética, es decir, su utilidad va más allá de la estética porque sirve para curar ciertas dolencias.
En la Clínica Dr Rius añaden que el tratamiento con esta toxina se debe hacer a través de médicos estéticos porque “como facultativos que somos, debemos estar formados y preparados para el abordaje de posibles complicaciones o reacciones adversas a los tratamientos o productos que utilizamos en nuestro día a día”.
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