
Después de hora y media de rueda de prensa, Juan Carlos Ramírez, propietario del Club Deportivo Alcoyano, ha dejado varios titulares que se pueden resumir en uno. “Me llevo a mi Alcoyano a La Nucía porque aquí no tengo apoyo”, ha manifestado. Vamos a intentar concretar los distintos aspectos explicados por él mismo en su comparecencia.
¿DÓNDE JUGARÁ EL ALCOYANO?
Si hablamos de categoría futbolística, lo seguirá haciendo en la Primera Federación. Si nos centramos en el lugar físico, lo hará en La Nucía. Con el mismo escudo, nomenclatura y camiseta, pero a 49,3 kilómetros y 1 hora y 7 minutos de El Collao, distancia que le separa de “las mejores instalaciones deportivas de Europa”, según Ramírez, en relación a las de la población nuciera.
¿QUÉ PODRÍA IMPEDIR ESTA MARCHA?
Que el Ayuntamiento de Alcoy hiciera una inversión de alrededor de 500.000 euros en las instalaciones que pide.
Que la masa social aumente.
Que los empresarios aporten económicamente y formen parte del proyecto.
Que alguien pague los alrededor de 3 millones de euros que lleva gastados Ramírez en el club desde que llegó hace casi 2 años.
“Yo no le pido dinero al Ayuntamiento, busco ayuda institucional, que busquen empresarios y si no soy del agrado, que busquen a alguien que me pague y me voy mañana”, ha resaltado.
AYUNTAMIENTO, EMPRESARIOS, INSTALACIONES, MASA SOCIAL
Son los 4 pilares que Ramírez ha repetido durante su rueda de prensa. Es lo que, según el empresario, hace falta para que una ciudad como Alcoy pueda tener un equipo en la Primera Federación actual. Estos son los apoyos que tanto ha repetido que necesita el club.
No los ha encontrado en el Ayuntamiento. Considera que una ciudad con más de 60 millones de euros de presupuesto debería dedicar más al Alcoyano. Lo ha comparado con el Linares, último equipo al que se ha enfrentado el Deportivo, donde el consistorio del municipio gastará alrededor de 3 millones de euros para el nuevo campo de Linarejos.
Además, sobre las instalaciones actuales, ha asegurado que “una ciudad de 60.000 habitantes con estas instalaciones deportivas es una vergüenza”.
En el tema empresarial, ha subrayado que a su llegada, pagó la deuda a los empresarios y “luego han salido de aquí”. Además, ha señalado que “la sorpresa llega en junio, saneo el club, lo salvo y me encuentro solo, los sponsors desaparecen”.
Tampoco cree que la masa social haya ayudado. “¿Pensáis que con 1.300 socios se puede mantener un equipo en Primera Federación?”, ha preguntado Ramírez, que ha reconocido que podrían haber mejorado la campaña de abonos, aunque al final se modificaron un par de detalles.
GUERRA CON FRANCÉS
“Toni Francés sabía perfectamente cómo estaba la situación, se comprometió a apoyar este proyecto”, ha asegurado Ramírez, quien “sin ayuda institucional no entro aquí ni loco”. Por eso ha comentado que se ha sentido engañado por el alcalde, del que ha remarcado que “no ha hecho nada por el Alcoyano”.
El propietario del Alcoyano no se sentará con Francés a negociar, pero está dispuesto a hacerlo con algún interlocutor del Ayuntamiento. “Como última solución abro la mano a la ciudadanía, que es quien quiere al Alcoyano, que necesita instalaciones deportivas, necesita ingresos y necesita masa social, pero pasa por un empresariado que apoye”, ha reiterado.
Según la versión de Ramírez, una de las propuestas que lanza al Ayuntamiento en su día es que el consistorio logre que empresas locales paguen carnets de abonados para que el propio Ayuntamiento los reparta entre las familias con menos recursos, pero ha asegurado que “el alcalde miente descaradamente cuando dice que le he pedido dinero de su presupuesto social”, y ha añadido que “ha intentado hacer daño para que la ciudadanía piense que yo he pedido que le quiten dinero a los más necesitados”. En su opinión, en esta operación hubiera salido beneficiado el club, con varios centenares más de socios y las gradas más llenas; el ayuntamiento, por el gesto con las familias; y los empresarios, por haber colaborado en una acción como esta.
Como ya hemos comentado y el propio Ramírez ha insistido, se querellará contra Francés por las declaraciones que ofreció el alcalde el pasado viernes 17 de mayo.
¿Y AHORA, QUÉ?
“La decisión de marcharnos a La Nucía es porque aquí no hay propuesta municipal y no podemos competir con estas circunstancias, no voy a poner de nuevo millón y pico. Me llevo la camiseta y la historia, pero el club no desaparece”, ha recalcado.
Y es que, según Ramírez, allí tiene amigos que si les dice “dame 50.000 euros y te pongo un letrerito, lo van a hacer”.
“No entra en mis planes, pero legalmente podría cambiar el nombre”, ha comentado como posibilidad de futuro, que incluso podría ser la liquidación del Alcoyano “cuyo único activo sería la plaza y el dinero iría a los accionistas”, aunque sobre este caso ha recordado que “lo que quiero es quedarme en Alcoy, pero con la ayuda de empresarios y las instalaciones adecuadas”.
Ramírez se brinda a un nuevo planteamiento, e incluso a deshacer lo de La Nucía al día siguiente, pero siempre acompañado de firmas que garanticen apoyo institucional y empresarial, que atraerían masa social e ingresos. La fórmula parece sencilla sobre el papel, pero muy complicada sobre la realidad.
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