El sábado 15 de febrero el complejo deportivo Eduardo Latorre ha sido el escenario para el homenaje a una de las figuras clave en el desarrollo del deporte de la ciudad de Alcoy: Eduardo Latorre Campo. Con motivo del 20 aniversario de su fallecimiento, se ha colocado una placa conmemorativa que muestra los valores de Latorre en una frase: ‘L’esport per la cultura i l’amistat’.

Gracias a figuras como él, Alcoy fue creciendo en el mundo del deporte, dentro del primer periodo de democracia. De hecho, Eduardo fue director de Instalaciones Deportivas Municipales entre 1976 y 1995. No solamente destacó por su labor a favor del deporte, sino que creó el Club Deportivo Santa Lucía con el objetivo de incluir a personas con discapacidad en cualquier práctica deportiva. Por esto y por otros muchos logros, en el año 2005 fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad de Alcoy, semanas antes de su muerte.

Al homenaje han asistido personalidades destacadas en el mundo del deporte, como Luisa Palmer, la primera mujer en competir en tiro con arco, que fue compañera durante la creación del CD Santa Lucía. También ha estado presente Miguel Sarasa, hombre clave en el deporte local, que da nombre al pabellón B del Polideportivo Municipal Francisco Laporta. También han ido otros deportistas y trabajadores por el deporte como Jose Antonio Bravo, Santi Botella y Roberto Pardo. Además, hemos podido ver la participación de representantes de los diferentes grupos políticos municipales, y familiares de Eduardo Latorre.

Alberto Belda, concejal de Deportes, ha destacado la figura de Latorre: “Este homenaje es una manera de recordar y agradecer todo lo que hizo por nuestra ciudad”. Por su parte, el alcalde Toni Francés ha puesto en valor el legado de Eduardo: “Hemos tenido la suerte de tener un Hijo Predilecto que abrió muchos caminos y trabajó de forma incansable en todas las disciplinas deportivas, queremos que las nuevas generaciones sepan quién fue y qué hizo por la ciudad de Alcoy”.

Un adelantado a sus tiempos, una memoria que aún seguirá viva para siempre, y una ciudad orgullosa de Eduardo Latorre.