El cuidado dental es vital siempre, pero especialmente conforme sumamos años. La salud bucal influye en el bienestar general. La boca es la puerta de entrada del organismo. Los problemas dentales pueden afectar la nutrición y también pueden empeorar condiciones médicas de otras especialidades. Los expertos de Clínica Dental Barrachina explican la importancia de mantener una buena higiene oral, que hoy en día no se circunscribe exclusivamente a las prótesis, como en tiempos de nuestros abuelos.

Las personas mayores enfrentan retos especiales. Con la edad, el esmalte se debilita. Las encías se retraen. Los dientes se vuelven más sensibles. La sequedad bucal es frecuente. Este problema aumenta el riesgo de caries. Las infecciones en la boca son comunes y si nos molesta la boca acabamos comiendo mal.

Una mala masticación dificulta la digestión. No hace falta recordar que los problemas en la boca afectan el estado general de salud. Un dolor dental se asocia a infecciones que pueden extenderse y generar muchas complicaciones en distintos órganos.

El impacto se nota en la vida diaria. La dificultad para comer limita la variedad de alimentos. El riesgo de desnutrición es real. La pérdida de dientes reduce la confianza y la estética se ve comprometida. De esta manera la calidad de vida baja, se tienen menos ganas de establecer relaciones sociales y se acelera así el envejecimiento. Está claro que una boca sana es un pilar de la salud integral.

CÓMO PREVENIR

Prevenir estos problemas es posible y comienza en casa. Los hábitos diarios son esenciales. Así, cepillar los dientes después de cada comida es imprescindible. Los dentistas recomiendan usar un cepillo de cerdas suaves porque ayuda a cuidar las encías, que por el paso del tiempo son más delicadas. También es importante el uso de hilo dental que elimina restos de comida y enjuagar la boca con soluciones antisépticas para reducir la placa bacteriana.

Hay que aumentar la frecuencia de las visitas al dentista a una vez cada seis meses. De esta forma se pueden detectar problemas tempranos. La revisión profesional es clave para mantener la salud bucal.

La alimentación es básica. Consumir alimentos ricos en fibra, como la fruta o la verdura estimula la masticación y limpian de forma natural los dientes. Además, como decimos a los niños, evitar el azúcar protege el esmalte. El secreto, como en todo, una dieta equilibrada favorece la salud dental y general en la que haya muchos líquidos sin azúcar. Muchas personas mayores pierden la sensación de sed, pero hay que insistir porque el agua es el mejor aliado para una salud dental óptima.

Hemos comentado que hay que ir al dentista cada seis meses. La atención especializada es imprescindible. Por ejemplo, las limpiezas profesionales eliminan el sarro acumulado y hoy en día existen tratamientos modernos que restauran la funcionalidad de la boca. Un poco más allá, la reparación de las encías dañadas previene infecciones y los procedimientos de rehabilitación dental restauran la sonrisa.

Como suelen decir los doctores de Clínica Dental Barrachina, cuidar los dientes y las encías es un acto de amor propio para mantener una vida activa y plena. Aunque no nos lo parezca, prevenir problemas bucales mejora la calidad de vida porque en cada cuestión que nos cuidemos ganamos posibilidades para disfrutar de una vida sin dolor y llena de sonrisas.