Pagina 66, Noticias de Alcoy y de El Comtat

BARCELÓ PODOLOGÍA AVANZADA

Cambia de calzado sin dolor: evita rozaduras y cuida tus pies esta primavera

Pasamos de un calzado rígido a la libertad total y esta transición puede dañar tus pies

Redacción - Viernes, 21 de Marzo de 2025
Tiempo de lectura:

Rosa BarcelóRosa Barceló

Con la llegada de la primavera, toca decir adiós a las botas y dar la bienvenida a un calzado más ligero. Este cambio, aunque necesario, puede convertirse en un problema si no elegimos bien. Rozaduras, ampollas o sobrecargas musculares son algunas de las molestias más comunes. Pero no te preocupes, hay formas de prevenirlo.

Rosa Barceló Aragonés, responsable de Barceló Podología Avanzada, explica que el pie se acostumbra al calzado del invierno. Botas y zapatos cerrados ofrecen sujeción y abrigo. Al cambiarlos por opciones más abiertas o flexibles, los pies deben adaptarse de nuevo. Si el calzado no es adecuado, pueden aparecer problemas.

[Img #68248]

Cómo elegir bien el calzado de primavera

Para elegir bien el calzado de primavera, es fundamental optar por materiales transpirables, como la piel o los tejidos naturales. Estos permiten que el pie respire, reducen la sudoración y previenen infecciones provocadas por la humedad. Además, la sujeción es clave. Sandalias o zapatos sin un buen ajuste en el tobillo pueden hacer que el pie se desplace dentro del calzado, lo que altera la pisada y puede generar molestias o lesiones.

Otro aspecto importante es la suela. Debe ser flexible para permitir un movimiento natural del pie, pero sin renunciar a una buena amortiguación. Una base demasiado rígida puede generar sobrecargas en las articulaciones, mientras que una demasiado blanda no ofrece la estabilidad necesaria. También es importante evitar cambios bruscos de calzado. Pasar de botas rígidas a sandalias planas de un día para otro puede afectar la biomecánica del pie. Lo ideal es alternar entre diferentes tipos de calzado durante unos días para que la transición sea progresiva y sin molestias.



Qué hacer si aparecen molestias

A pesar de los cuidados, es posible que el cambio de calzado cause rozaduras, ampollas o durezas. La piel de los pies es sensible y necesita un periodo de adaptación. Si aparecen molestias, es importante actuar rápido para evitar que empeoren.

Rozaduras y ampollas. Mantén la zona limpia y seca para prevenir infecciones. Evita reventar las ampollas, ya que la piel actúa como una barrera natural. Usa apósitos específicos que reduzcan la fricción y favorezcan la cicatrización. Si la ampolla se rompe, aplica un antiséptico y protege la zona con una gasa.

Durezas y callos. Surgen por la presión repetida en ciertas zonas del pie. No los cortes ni utilices productos químicos agresivos, ya que pueden dañar la piel sana. Hidratar los pies a diario ayuda a suavizar las durezas. Si son dolorosas o persistentes, un podólogo puede eliminarlas con seguridad y corregir el apoyo para evitar que reaparezcan.

Dolores musculares o articulares. El cambio de calzado puede modificar la forma en la que caminamos, generando tensión en los pies, tobillos o rodillas. Si notas molestias al andar, un estudio de la pisada puede detectar desajustes y determinar si necesitas plantillas personalizadas para mejorar la postura y aliviar la carga en las articulaciones.

 

Esta primavera, cuida tus pies. Un buen calzado es clave para que el cambio de temporada no se convierta en un problema. ¡Dales el mimo que se merecen!

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de Página66.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.116

Todavía no hay comentarios

Más contenidos

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.