
No, no es cierto que nada más ponerse a montar el castillo el pasado 11 de marzo comenzase a llover. Es verdad que los dos días anteriores fueron de calma y que enseguida comenzó de nuevo hasta diez días después, pero hay que reconocer que en este marzo ya había llovido ocho días antes, lo que pasa es que no nos fijamos. En este reportaje traemos los datos que contestan a la pregunta del titular: ¿llevamos unos meses con más lluvia "de lo normal"?
Antes que nada hay que atender a un dato: el año hidrológico en España no empieza con las campanadas, como el año natural, el fiscal o el contable. En la ciencia que estudia la distribución del agua en la Tierra, los años se cuentan de forma similar a los cursos escolares: comienzan el 1 de octubre y terminan el 30 de septiembre. Entre las razones de esta peculiaridad está el hecho de que coincide con el ciclo natural de lluvias y escorrentías en la península ibérica. Octubre y abril suelen ser los meses más lluviosos, y comenzando en estos períodos los semestres, se observa mejor la evolución de las precipitaciones, que permiten recargar embalses, acuíferos y ríos tras el verano y el invierno, respectivamente.
Ahora que ha terminado la mitad del año hidrológico, de octubre a marzo, podemos echar un vistazo a la evolución de las lluvias en Alcoy. Lo hacemos fijándonos en los registros de la estación meteorológica Pas de Benissaidó, asociada a Avamet, que está ubicada antes de llegar a la Vaguada. La sensación general es que ha llovido más que nunca, porque en marzo solamente hemos visto nubes, pero quizás vale la pena estudiar con detenimiento los registros hidrológicos, ya que encontramos sorpresas.
Medias y extremos
Respondamos primero a la pregunta de qué es llover mucho o poco. La media anual de precipitaciones en Alcoy, contando desde octubre de 2019 hasta septiembre de 2024, es de 583,56mm (litros por metro cuadrado). Se trata de un valor típico en un clima mediterráneo continentalizado. La ciudad está cerca de la costa, pero la altitud influye, por lo que tenemos, o teníamos, veranos suaves e inviernos duros. Se considera aceptable un dato de precipitaciones anual en torno a los 550mm.
Pluviométricamente, el curso más generoso fue el 2021/2022, cuando cayeron en total 916mm, casi el doble de la media. Le siguen 2019/2020 con 776mm, 2020/2021 con 486mm, 2022/2023 con 456,6mm y, en último lugar, el 2023/2024, con solo 218,2mm.
Por meses, la media más alta la ostenta marzo, ‘el ventoso’, con una precipitación media de 131,87mm. El mes más seco es julio, cuando, de media, en los cursos analizados solo han caído 6,28mm, ni cuatro gotas. Aunque nuestra percepción como alcoyanos sea otra, abril, ‘el lluvioso’, es el cuarto mes más lluvioso, con 75,54mm de media desde 2020. Por delante están mayo, ‘el florido’, y enero, ‘el friolero’. Como vemos, los refranes a veces fallan.
Si analizamos los extremos, en los cinco intervalos tomados como referencia, encontramos el año hidrológico 2021/2022 como el más lluvioso, con 916,6mm. En contraste, el más seco fue el 2023/2024, con 281,4mm.
Y como a todos nos gustan los récords, vamos con el más y el menos lluvioso o el menos y más seco. En los valores mensuales de mayor precipitación, el ganador es marzo de 2022, con 475,4mm. Por otro lado, noviembre de 2023 fue el único mes de toda la serie en el que no cayó ni una gota.
¿Por qué tenemos la sensación de que no para de llover?
Nos hemos entretenido en buscar el mes con mayores precipitaciones desde octubre de 2019 hasta marzo de 2025, y nos hemos encontrado con lo que mostramos más abajo en la tabla. El período con mayor número de meses ‘ganadores’ se concentra en el segundo semestre del curso 2023/2024. Desde junio a septiembre van seguidos como los más lluviosos.
Ya en la siguiente anualidad hidrológica, vemos que octubre registró la mayor precipitación caída. Los siguientes meses —noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo— no han sido los más lluviosos de la serie, pero sí han estado entre los segundos o terceros más húmedos. Es decir, ha llovido mucho. Por eso tenemos la sensación de que no ha parado de llover.
Marzo ha sido el segundo mes más lluvioso desde 2020, exceptuando el de 2022, cuando tuvimos varios episodios importantes, con al menos tres jornadas en las que se superaron los 50 mm, alguna de ellas con más de 90mm.
A pesar de esta insistencia desde junio, el pasado año 2023/2024, como hemos visto más arriba, no fue generoso en lluvias, con solo 281,4mm en total. La razón por la que nos sentimos tan "llovidos" es que lo poco que cayó se concentró desde el inicio del verano y continuó en otoño. Además, el curso actual ha mantenido esa misma dinámica. Por aburrimiento de paraguas y capucha. Para rematarlo, los 133,2mm de marzo han caído casi siempre de manera suave, sin prisa pero sin pausa.
¿Y cómo van las cosas?
Bien. El semestre octubre-marzo del año pluviométrico en curso ha conseguido sumar 314mm, más de la mitad teórica de lo que debería caer. No podemos decir mucho más, porque en algunas ocasiones el primer semestre es más lluvioso y en otras lo es el segundo, incluso con diferencias significativas.
De momento, la primavera será florida, los acuíferos están en condiciones más que aceptables y todos tenemos la esperanza de que, si las nubes ya han vaciado su carga, ahora merecemos una tregua. Por el momento, sin amenaza de sequía, debemos empezar a preocuparnos por la seguridad forestal y las alergias. Relajarnos, nunca.
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