
Es el símbolo de la paz, pero quizás la debamos alejar de nuestras pacíficas casas. Como todo, el problema viene con su masificación. Sus heces son altamente corrosivas y desgastan monumentos, fachadas y tejados. El polvo de sus heces secas transmite enfermedades, como la ornitosis o la criptococosis, una infección que puede afectar los pulmones y, en algunos casos, propagarse por todo el cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central, causando meningitis.
En cuestiones más técnicas, las palomas obstruyen canalones y desagües al anidar, provocando después goteras y humedades. En los tejados, sus excrementos de alto contenido ácido reducen a la mitad la vida útil de la cubierta. También ensucian balcones, ropa y patios interiores con plumas y estiércol.
Legislación española y ordenanzas locales
En España las normas buscan controlar la proliferación sin maltrato. La nueva Ley 7/2023 de bienestar animal exige métodos éticos para cualquier captura o exclusión. Muchas ordenanzas municipales , como la de Alcoy, prohíben expresamente alimentar a las palomas para evitar que el gesto de darles alimento termine convirtiéndose en plaga y multa. Así lo expresa el artículo 58 de esta norma local, que establece sanciones de entre 30 y 600 euros para infracciones leves, y hasta de 18.000 las muy graves.
Qué hacer para prevenir
La medida más sencilla es la de cerrar el paso. En esto te pueden ayudar las empresas especialistas, como Sargantana Treballs Verticals. Tapona o sella los orificios que puedas tener en fachadas y tejados, porque estas aves usan cualquier agujero para anidar.
Además, si la casa está vacía cierra bien ventanas y puertas, no dejes abierto el cubo de la basura si está fuera, limpia frecuentemente con agua los espacios exteriores y en cuanto veas un excremento, límpialo.
Qué hacer si ya las tienes de vecinas
Es el momento de poner barreras físicas o disuasorias. Los expertos de Sargantana Treballs Verticals, de Alcoy, nos han explicado algunos trabajos que suelen realizar:
- Púas antipalomas: son tiras con puntas de plástico o acero, que se fijan en cornisas y barandillas para impedir que las aves se posen. No lastiman a las aves, solo las molestan al pararse.
- Redes y mallas: cubren huecos grandes como patios, azoteas o vacíos entre edificios. Así las palomas no pueden entrar ni anidar en la fachada.
- Sellado y rejillas: los profesionales de Sargantana colocan con asiduidad rejillas metálicas en conductos de ventilación o respiraderos para tapar cualquier escondite.
- Pinturas y geles repelentes: existen geles que se aplican en las repisas. Son inofensivos para el humano y no son tóxicos, pero al ser pegajosos al tacto, las palomas los evitan. También hay películas reflectantes y cintas que asustan a los pájaros con su brillo.
La clave está en combinar métodos: limpiar primero los nidos o excrementos acumulados, y luego instalar barreras seguras. Sargantana Treballs Verticals destaca la importancia de inspeccionar periódicamente la fachada y tejado: a veces basta con una revisión anual para detectar grietas o puntos de anidaje.
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