Decir adiós a los juanetes, dedos en martillo o fascitis plantar ya no implica pasar por quirófano con bisturí y semanas de reposo. La cirugía podológica mínimamente invasiva (MIS, por sus siglas en inglés) ha llegado a Alcoy para transformar la forma en que tratamos las dolencias del pie. Con incisiones de apenas 2 a 5 milímetros, esta técnica permite corregir deformidades óseas y tendinosas sin necesidad de hospitalización ni puntos de sutura.

Rosa Barceló Aragonés, responsable de Barceló Podología Avanzada, nos explica que la MIS se realiza mediante anestesia local y con el apoyo de tecnología de imagen en tiempo real, como la fluoroscopia. Esto permite al especialista trabajar con precisión sobre las estructuras internas del pie sin necesidad de abrir completamente la piel. El resultado: menos trauma, menos dolor y una recuperación mucho más rápida.

Esta técnica es especialmente efectiva en casos de hallux valgus (juanetes), dedos en garra o martillo, neuroma de Morton, espolones calcáneos y fascitis plantar. Además, al no requerir tornillos ni agujas de fijación, se reduce el riesgo de complicaciones postoperatorias y se mejora la estética del pie al evitar cicatrices visibles.

Una de las grandes ventajas de la cirugía MIS es que el paciente puede caminar desde el primer día con un zapato postquirúrgico especial. Esto facilita una reincorporación temprana a la vida cotidiana, de ocio y laboral. En muchos casos, la recuperación completa se logra en unas pocas semanas, en comparación con los meses que puede requerir una cirugía tradicional.

Rosa Barceló destaca que, aunque la MIS no es adecuada para todos los casos, sí representa una opción segura y eficaz para la mayoría de las deformidades leves a moderadas del pie. La clave está en una evaluación personalizada y en manos expertas que dominen esta técnica innovadora.