
En nuestras comarcas, encender una barbacoa solo con leña es una tradición viva. Ahí empieza la fiesta: que si arde, que ponle más papel, que si ese tronco no está seco… El trabajo alrededor de la parrilla forma parte de la tradición y compartir esos momentos picando algo es la manera perfecta de comenzar una buena jornada. Los expertos de Chimeneas Sirvent nos han compartido trucos para dominar el fuego de nuestras barbacoas.
La leña
Empecemos por escoger el combustible. Todos sabemos que la leña ideal influye directamente en el sabor del plato. En nuestra zona se emplean principalmente tres tipos: olivo, almendro y pino. Cada tipo de madera tiene su tiempo, su temperatura y su propio lenguaje a la hora de cocinar.
La leña de olivo es la reina de la barbacoa en la zona. Dura, compacta y densa, ofrece una combustión lenta y controlada. Genera brasas firmes, ideales para cocciones largas. Su poder calorífico es alto, lo que permite mantener el fuego vivo durante más de una hora sin apenas añadir más troncos. Además, aporta un aroma muy particular, ligeramente amargo, que potencia el sabor de las carnes curadas, los chorizos caseros o incluso las costillas de cerdo. Las brasas del olivo son excelentes para asar lentamente, sin sobresaltos, permitiendo una cocción uniforme.
El almendro, por su parte, ofrece una leña menos densa pero muy aromática. Su combustión es más rápida que la del olivo, pero genera una brasa viva, perfecta para un cocinado intermedio. Su aroma es dulce y suave, casi meloso, lo que lo convierte en una opción ideal para longanizas, morcillas y carnes blancas. También funciona muy bien para dar el último golpe de calor a unas chuletas, justo cuando las brasas van perdiendo intensidad. El almendro permite reavivar el fuego sin sobresaltos.
El pino, a diferencia de los anteriores, requiere más precaución. Su leña prende muy rápido gracias a la resina que contiene, lo que la hace ideal para iniciar el fuego. Sin embargo, no es recomendable para cocinar directamente sobre sus brasas, ya que produce humo más denso y chispas. Su uso más práctico es como base para encender la barbacoa, mezclándola con olivo o almendro para obtener una brasa más estable y limpia. Si se usa en exceso, puede impregnar los alimentos de un sabor áspero. Por eso, en Chimeneas Sirvent aconsejan utilizar el pino solo al principio y no durante el cocinado.
El encendido
El encendido comienza con yesca o papel arrugado bajo los troncos pequeños de algarrobo. Encender y dejar flamear unos minutos ayuda a iniciar la combustión. Luego se añaden troncos de naranjo y sarmiento formando una pirámide. Esta estructura crea un fuego compacto y duradero. El aire que llega desde abajo es vital. Procura que el oxígeno alimente las llamas.
En los primeros momentos, la llama será intensa. Tras 10 minutos, la leña empieza a convertirse en brasas grises. Ese es el momento ideal para retirar trozos grandes y crear un lecho uniforme. Por ejemplo, si vas a cocinar arroz, extiende las brasas bajo la paella. Una temperatura constante y sin llamas mantiene el arroz húmedo y sabroso. Para carnes y embutidos, se concentran brasas densas en el centro. Así se consigue una cocción que sella por fuera y conserva jugos por dentro.
También es posible encender sin combustibles adicionales, usando una chimenea de encendido de leña. Este método evita líquidos inflamables. Solo se coloca la leña dentro y se enciende la yesca base. En unos 15 minutos se obtienen brasas perfectas.
Otra alternativa limpia es usar pastillas naturales de encendido. Están hechas con virutas y cera. Aportan un fuego inicial durante 10 minutos sin dejar residuos ni alterar el sabor .
Para mantener bien el fuego
Durante la cocción, el fuego debe mantenerse con oxígeno. Si aparecen cenizas, se rastrillan las brasas calientes hacia adelante para reavivar el calor . Añade leña poco a poco antes de que la temperatura caiga. Así se logra una llama constante sin altibajos.
Para apagar al final, lo mejor es cerrar las ventilaciones y cubrir las brasas con arena o tierra si estás al aire libre. Nunca dejes rescoldos al descubierto. Así evitas riesgos hasta el próximo uso.
Con estas técnicas y trucos enfocados solo en leña, encender y mantener un buen fuego en tu barbacoa valenciana es sencillo. Tanto si cocinas arroz, carnes o embutidos, la leña adecuada, las brasas y el control del oxígeno hacen la diferencia. Y si necesitas asesoramiento profesional, los expertos de Chimeneas Sirvent están siempre dispuestos a ayudarte.
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