
Comer bien es más que nutrirse: es proteger tu salud y cuidar del planeta. Especialmente si eliges alimentos ecológicos, de temporada y proximidad.
La agricultura industrial emplea pesticidas sintéticos. En España, se detectan residuos en hasta el 41 % de frutas y hortalizas analizadas; en algunas ocurre incluso en el 44 % de los casos. Además, en 2021, el 20 % de las frutas europeas contenían químicos PFAS, con fresas contaminadas en el 37 % de muestras. Estos residuos pueden alterar el sistema hormonal y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Comer bien, vivir bien
Elegir producción ecológica significa evitar los pesticidas. También favorece la biodiversidad y protege suelos y aguas. Asimismo, consumir productos locales y de temporada reduce las emisiones derivadas del transporte, sobre todo si evitamos el transporte de largo alcance, que dispara la huella de carbono.
Pero no solo importa el qué comemos; también cómo vivimos. El estrés y la tensión emocional alteran nuestra salud. Por eso, combinar una dieta ecológica con técnicas de relajación mejora notablemente el bienestar.
Las sesiones de Unidad BAM (Bio‑Active Modulation) son un ejemplo. En la Finca Ecológica y su Sala BAM, explican que este método se basa en un ejercicio pasivo dinámico. El usuario se relaja mientras oscila suavemente. Esto favorece la liberación equilibrada de hormonas. Reduce el cortisol y mejora la calidad del sueño. También ayuda al cuerpo a recuperarse mejor tras esfuerzos físicos o mentales.
La unión entre comer bien y relajarse potencia los beneficios de cada uno. Una alimentación limpia aporta vitaminas, antioxidantes y energía de calidad. Mientras, la Unidad BAM optimiza la respuesta del cuerpo al estrés, favorece el descanso y refuerza el sistema inmune. Así lo afirman desde la Finca Ecológica y su Sala BAM, donde han comprobado mejoras palpables en sus usuarios tras unas semanas de sesiones combinadas y dieta ecológica.
En definitiva, cuidar la calidad de los alimentos evita sustancias perjudiciales. Elegir productos frescos de cercanía reduce nuestra huella ambiental. Y relajarse con técnicas como Unidad BAM apoya la armonía interior. Esta combinación refuerza la salud física y emocional.
Por todo ello, alimentarse de forma ecológica y adoptar hábitos de relajación no es una moda: es un camino hacia una vida más equilibrada y sostenible.
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