Hablamos con el nuevo vicario de Sant Jordi. [caption id="attachment_91049" align="aligncenter" width="600"] El párroco José Enrique Francés en el altar de Santa María[/caption] José Enrique Francés es desde el pasado 6 de octubre el nuevo vicario de Sant Jordi y párroco de Santa María. A su vez entre sus funciones se encuentra la de ser el responsable del economato interparroquial de Cáritas. José Enrique es natural de Ontinyent y tiene 47 años. Viene a sustituir a Ismael Ortiz y su procedencia como párroco es de las poblaciones de Estivella, Albalat dels Tarongers y Torrres Torres. “Sé que el listón está alto. Mis predecesores, como Enrique Sarneguet o Ismael Ortiz, entre otros, han hecho una gran labor y yo espero estar a la altura de un cargo con tanta importancia en esta ciudad. Hasta ahora la aceptación ha sido máxima por parte de todos, me están ayudando mucho a conocer el funcionamiento interno del cargo. Me ha sorprendido agradablemente la acogida por parte de todos”. Más que una vocación tardía, el párroco de Santa María habla de “una respuesta tardía a mi vocación. Siempre había estado vinculado a aspectos relacionados con la iglesia pero no me había decidido a dar el paso del sacerdocio. Llevaba 14 años trabajando en el textil, tenía novia y una vida establecida, hasta que decidí romper con todo lo anterior y dedicarme a la labor pastoral con 34 años cuando ingresé en el seminario”. Así la trayectoria como sacerdote de José Enrique Francés no es muy extensa pero curiosa. Primero estuvo cerca de cuatro años en las poblaciones cercanas de Gorga, Balones, Millena y Quatretondeta y luego otros tres en Estivella, Albalat dels Tarongers y Torres Torres, “lo curioso es que son los dos extremos de la diócesis de Valencia. Después de Estivella ya era provincia de Castellón, siendo Segorbe la población más cercana. Así que el arzobispo Carlos Osoro me ha trasladado a Alcoy, justo el otro extremo por dos motivos”. Francés no tiene problemas en explicarlos. “Uno de ellos es personal y trágico, más en concreto el fallecimiento de mi hermano, un año mayor que yo. Ha sido un duro golpe para toda la familia y el obispo ha querido que esté más cerca de mis padres, algo que le agradezco infinitamente. Por otra parte ayudo a las nuevas monjas del Santo Sepulcro de origen brasileño con las que comparto espiritualidad. Ellas, como yo, pertenecen a la corriente llamada de renovación carismática católica de la que soy conciliario o asesor espiritual en esta diócesis”. Y es que además de párroco de Santa María, vicario de Sant Jordi, responsable de Cáritas  y colaborar con las monjas del Santo Sepulcro, también está estrechamente vinculado al colegio Carmelitas-La Presentación y es el encargado de las misas en la parroquia del Divino Maestro en el Viaducte, entre otras funciones. Por lo que respecta a su faceta de párroco de Santa María está contento ya que “tenemos a unos 25-30 chavales que acuden a catequesis y si bien el Centro de Alcoy, como el de otras grandes ciudades, está algo despoblado, la verdad es que cuento con un buen número de feligreses. Además las peticiones de bodas y bautizos en Sant Jordi son muy numerosas”. Precisamente la vertiente de vicario de Sant Jordi es la que más le ha llamado la atención, “todas las poblaciones tienen devoción por su patrón, pero aquí es especial. No he podido disfrutar todavía la devoción por la patrona, la Virgen de Los Lirios, que también me han dicho que es mucha, pero en lo que respecta a Sant Jordi es impresionante”. Al poco de llegar a nuestra ciudad en octubre ya pudo asistir a los actos de Mig Any, “me encantó la presentación de cargos, me pareció muy emotiva y perfectamente organizada. También la presentación del Sant Jordiet en el colegio Salesianos San Vicente Ferrer”. Añade que “acudo a todas las reuniones que puedo de la Associació de Sant Jordi y me quedo sorprendido por la dedicación que se tiene por las Fiestas. Yo soy de Ontinyent y allí también hay Moros y Cristianos, pero aquí se riza el rizo. Es increíble lo bien que está todo preparado y el tiempo y la pasión que se le dedica a esta preparación”. Curiosamente acaba de vivir también, con organización en parte de la Associació de Sant Jordi, la Cavalcada de Reis Mags, “me ha parecido preciosa y además muy religiosa, pues se hace hincapié en lo que realmente hicieron los Reyes, que fue ir a adorar a Jesús niño, algo que en gran parte de las cabalgatas no se le presta atención. El acto de la adoración con las campanas repicando el Aleluya de Händel, etc, me pareció fantástico”. Precisamente tanto en la Associació como en Cáritas se encuentra con la misma persona al frente trabajando codo con codo, “Rafael Tortosa es una persona magnífica. En el caso de Cáritas el equipo que hay de trabajo es espléndido y muy cohesionado. Desde aquí darle ánimos a Luis Sanus para que se recupere pronto pues una pieza muy importante, indispensable. Yo me limito a coordinarlos un poco, a supervisarlos, pero todo el trabajo es de ellos. La comida, a precios simbólicos, las lavadoras para la ropa, la venta de ropa, las duchas, etc, la labor que se realiza es increíble. En la actualidad atendemos a más de 600 familias y como me comentan cada vez más hablan en valenciano, lo que indica que cada vez más se trata de personas que no habían estado nunca en esta situación tan problemática”. Por todo ello y dada la situación de grave crisis económica por la que estamos pasando y por las horas bajas en cuanto a feligreses de la iglesia, José Enrique Francés cree que “deberíamos imitar al Papa Francisco. Está dando muestras de honradez y humildad. Debemos bajarnos del trono y estar con los que más sufren, escuchar a la gente, en especial a la más desfavorecida. Nuestra palabra, curas, significaba originariamente los que curábamos las almas”.