Para evitar que la mascota se reproduzca, se lleva a cabo una operación que impida que haya nuevos cachorros en la familia. En los machos se llama castración, mientras que en las hembras recibe el nombre de esterilización.

Pero después de esta operación, el perro debe tener cuidados especiales para que se recupere en las dos semanas siguientes. El primero de ellos es llevarlo a su hábitat natural, ayudándolo en sus movimientos, ya que hay que impedir que el animal salte o esquive obstáculos por los puntos de incisión que lleva.

En Aitana Clínica Veterinaria, Juan Sirvent recomienda que "el perro evite también subir escaleras, por eso tendrá que tener todo lo necesario para su día a día en un mismo rincón, para no provocar tropiezos innecesarios".

Los medicamentos recomendados por el veterinario ayudarán a la mascota a vivir con menos dolor durante estos días. Algunas pomadas le vendrán bien para aliviar un dolor que continuará durante esas dos semanas de reposo que debe mantener el perro.

"Es importante aislar al perro de otros animales y niños, ya que la tranquilidad es fundamental para que el animal se cure. Movimientos bruscos pueden provocar más problemas y eso supondría tener que llevar de nuevo al perro al veterinario", aseguran en Aitana Clínica Veterinaria.

Otras cosas como las comidas blancas, las salidas controladas para que orine o el collar isabelino para que no se rasque deben ser prioridad absoluta para una pronta y sana recuperación.