En la calle Sant Miquel se ha podido ver un banco del mobiliario urbano caído en el suelo pese al gran peso que tiene este elemento urbano.

A ello se une el mal estado de la zona con las maderas ornamentales cercanas que se encuentran casi todas ellas levantadas en un buen tramo, así como un par de mármoles de la zona de la barandilla que han desaparecido.

Ello unido a las hierbas del fondo y las casas derruidas dan una imagen bastante desoladora.