Uno de los temas más delicados para muchas personas es el de las herencias y los testamentos, en ocasiones, el desconocimiento de su contenido puede ocasionar un cruce de enfrentamientos entre los herederos, casi siempre los hijos, los padres o el cónyuge viudo, motivados por asuntos relativos a la sucesión del patrimonio.

En el testamento se indica quienes son los herederos de los bienes de una persona, pero en caso de que no lo hubiera, es la ley la que en última instancia decide quién recibe la herencia.

En Togue's Legal Services, Laia Santamaria explica que "ante la falta de testamento, hay que tramitar una declaración de herederos para determinar aquellas personas que tienen derecho, y arreglo al código civil, el orden sería el siguiente: hijos y descendientes; padres y descendientes; cónyuge; hermanos e hijos de hermanos; resto de parientes; y por último el estado".

Fallecer sin que conste por escrito la voluntad de la persona puede suponer más de un quebradero de cabeza a sus herederos, sobre todo, para sus hijos y para el cónyuge viudo. La legislación vigente faculta a los ciudadanos para testar a partir de los 14 años, siempre que no se esté incapacitado legalmente.

En Togue's Legal Services, Laia Santamaria asegura que “hacer testamento es sobre todo recomendable para casados sin hijos, para las personas cuyo cónyuge no trabaja y para las parejas de hecho, además el testamento se puede modificar en cualquier momento y tantas veces como desee el testador, pues lo que se tiene en cuenta tras la defunción es el último testamento que haya dejado el fallecido.”. 

Con o sin testamento, la ley indica claramente el orden por el que deben suceder al fallecido sus herederos forzosos y, en defecto de estos, el Estado.

Sin duda, lo mejor a la hora de enfrentarse a una herencia es consultar a un profesional para que lleve estos casos de la mejor manera posible para todas las partes.