Sobre sentimientos de identidad
Artículo de opinión de Aarón Albors, licenciado en derecho.
¿Por qué desean los catalanes la independencia? ¿Qué proyecto tienen de futuro los catalanes? Se preguntan muchos. Personalmente me gusta plantear esta situación desde otra perspectiva. ¿Por qué no? ¿Qué proyecto ofrece España a los mismos españoles?
Por el momento, y lo que se vislumbra en un futuro cercano, lo que se ofrece en España es una tasa de paro que afecta a un cuarto de la población, siendo esta tasa el doble entre los jóvenes. También ofrece el Estado español una apariencia de disfuncionalidad total en su organización territorial, pues se ceden competencias a las autonomías pero no los recursos para financiar dichas cesiones. Ofrece altas instituciones y organismos de estado llenos de nepotismo y clientelismo. No olvidemos tampoco la estructura de la Justicia, siendo esta lenta e ineficaz. Otra joya española es el sistema tributario, de los más complicados en el marco europeo y de los menos eficientes. Y así un largo etcétera.
Por lo tanto, la cuestión no es sólo si una Cataluña independiente sería viable, sino si el Estado español en su configuración actual es sostenible, pues recuerdo que nuestra deuda crece cada día más. Además del hecho de que las independencias que se han proclamado a lo largo de la historia no se realizan sólo por las garantías de un futuro idílico, sino también por sentimientos de una identidad propia o de rechazo a un ente extranjero. ¿Qué identidad ha ofrecido España? Tradicionalmente las señas de identidad ofrecidas, para sentirse realmente un español de bien, eran los toros, la monarquía/dictadura (formas de estado en la cual el pueblo no decide sobre su máximo representante) y la religión católica.
¿Y qué sucedía con aquellas personas o colectivos que no se identificaban con alguno, o todos, de los elementos anteriores? Muy sencillo, de forma despectiva, se les tildaba de anti-españoles. Quizás sea esa la causa por la cual el CIS muestra que sólo un 16% de la población española estaría dispuesta a tomar las armas por esta gran nación.
La conclusión que extraigo me parece sencilla, la España que se ha ofrecido cada vez ilusiona a menos personas, y no sólo en Cataluña, y por ello, no creo que sea de extrañar, que existan personas que deseen iniciar un nuevo camino distinto a lo vivido hasta ahora, como es el caso de PODEMOS, una nueva esperanza de cambio.


















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de Página66.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.149