Por todos es sabido que el colesterol es un producto químico que genera el organismo y se deposita en las arterias. Si no se pone remedio con el paso de los años se va acumulando y alcanza niveles perjudiciales para la salud que se traducen en un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y problemas coronarios. Una de esas enfermedades es el infarto de miocardio: estrechamiento de las arterias coronarias que lleva a una falta de riego sanguíneo con la consecuencia que las células del tejido, que no reciben sangre, mueren.

 
También sabemos todos que la mejor manera de evitar estas enfermedades y problemas para nuestro corazón son: realizar ejercicio físico, una dieta pobre en grasas saturadas, comer fruta y verduras y un largo etcétera. Todo ello para no tener que llegar a curar nuestro motor de vida. Como dice el dicho “Más vale prevenir que curar”.

No pretendo dar ninguna clase particular sobre el colesterol, enfermedades cardiovasculares ni nada por el estilo. No soy médico y mucho menos cardiólogo. Simplemente soy un ciudadano que reside en la zona Centro, y pretende prevenir el posible infarto que pueda sufrir en un futuro el corazón de su ciudad con la peatonalización del centro.

Nuestra ciudad se asemeja al aparato circulatorio del cuerpo humano. La Alameda y Entenza podrían ser las venas Aorta y Carótida; San Lorenzo, San Nicolás, Santo Tomás y Gonzalo Barrachina las arterias coronarias. Tenemos que dar vida al centro, esto nadie lo cuestiona. Como a cualquier corazón hay que ejercitarlo porque si no, al final, acaba debilitándose y dejando de funcionar. Pero se deben tomar las medidas adecuadas para llevar a cabo el proyecto de peatonalización del Centro en su conjunto y no restringir el tráfico sin disponer de zonas de estacionamiento; habilitar calles para el uso exclusivo de peatones sin las medidas de seguridad adecuadas.

¿Alguien sería capaz de pasear por San Lorenzo tranquilamente, sabiendo que, en cualquier momento, puede aproximarse un vehículo o el autobús? Seguro que no. Los habitantes no se acercará al corazón de la ciudad a comprar, a consumir en los restaurantes y lugares de ocio, por no contar con la seguridad adecuada para los peatones. Todo el flujo sanguíneo que no llega al corazón de la ciudad se acumularía en la vena Aorta (La Alameda) provocando una aneurisma en dicha vena por no poder sustentar la gran cantidad de fluido sanguíneo. Esto es, que para los ciudadanos será más cómodo comprar y consumir en la zona del Ensanche que en el Centro.

Cuando nos diagnostican un nivel alto de colesterol, una enfermedad cardíaca o algún problema coronario, no podemos pretender subsanar el diagnóstico sólo con una dieta saludable. Se tiene que complementar con ejercicio físico. Si el proyecto de peatonalizar el Centro se hace a medias, con el paso del tiempo el Centro histórico dejará de ser histórico y pasará a ser historia y, Alcoy, sufrirá una infarto de miocardio.