(Artículo dedicado a la 'Peña Water')

De la misma forma que el camaleón cambia de color para camuflarse, lo ha hecho la Navidad con el paso de los años.  Hemos pasado de felicitar la Navidad de puerta en puerta a felicitar en la distancia: vía E-mail, Whatsaap, Twitter o Facebook. Tal vez la forma de la Navidad haya cambiado pero el mensaje y el fondo siguen siendo los mismos. En estas fechas somos menos cínicos y más buenos, solidarios y amables. Recibidos felicitaciones de todas partes, incluso de la entidad bancaria que te ha denegado la hipoteca. En Navidad eres un buen cliente “Aquí estamos para lo que necesite” se puede leer al final de la felicitación. Si están para lo que necesite ¿por qué no me conceden la hipoteca?

En Navidad te felicita el jefe que durante el año te ha bajado el sueldo, te ha criticado, pero en esta época eres un buen trabajador. Gente que durante el año ves paseando y no te saluda o incluso cambia de acera, en Navidad se abalanza sobre ti cual pirata aborda un barco en alta mar. Te da golpes en la espalda como si tuvieras un ataque de tos. Te pregunta por tu mujer, niños y todos los familiares conocidos y por conocer. Pero no importa, estamos en Navidad y, en estas fechas, hay que ser más cordiales, altruistas y humildes. Navidad es una época de regalos, tradiciones, de melancolía, de recordar a los seres queridos que no están entre nosotros. Navidad es ilusión, compartir, anhelar y deseo.

Navidad es de cenas y comidas familiares. Familiares que no se nos permite elegir. Es el destino quien los pone en nuestras vidas. En mi caso, me ha tocado una familia que no cambiaría por nada. Si tuviera otra vida y me dieran a elegir, volvería a escoger a los mismos padres, hermanos, primos y tíos que tengo en esta vida.  Con una simple llamada de teléfono acuden sin dilación. Ya sea para bien o para mal. Mis hermanos y primos han sido al mismo tiempo amigos; hemos salido juntos los fines de semana, en fin de año, cada dos meses organizábamos una cena en casa de alguien, viajes de fin de semana a la casa rural del pueblo de nuestros padres. Y de uno de esos viajes salió el nombre de la peña “PEÑA WATER”.

Desde este humilde artículo os deseo una Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo a todos. Y a esa Peña que es incondicional, transigente, magnánima, desinteresada, noble y maravillosa. ¡FELIZ NAVIDAD!