El desarrollo de los dientes se inicia desde que el bebé se encuentra en el vientre materno, y los primeros dientes en salir se llaman dientes de leche o temporales (en total 20 dientes), ya que se deben caer para dar paso a los dientes permanentes o definitivos.

Los dientes de leche, además de para comer, una de sus principales funciones es mantener el espacio para la colocación de los definitivos, por lo que hay que cuidarlos para que el recambio dentario sea el adecuado.

En Alcoy Centro Ortodoncia aseguran que "la dentición temporal empieza a erupcionar a los 6-9 meses de edad y finaliza hacia los 30-36 meses, y permanecerá en boca hasta aproximadamente los 6 años de edad. Estos dientes son más pequeños y más blancos que los dientes definitivos".

La erupción de los dientes definitivos abarca desde los 6 hasta los 13 años, aproximadamente.

A los 6 años suelen salir las primeras muelas definitivas y a partir de ahí van apareciendo los incisivos (en este momento es conveniente realizar la primera consulta al ortodoncista, quien podrá detectar precozmente cualquier anomalía en el desarrollo del niño).

Sobre los 10 años suelen erupcionar los premolares, que sustituirán a los molares de leche, y los caninos. Por último, los segundos molares que suelen salir sobre los 12-13 años. Las muelas del juicio suelen aparecer desde los 18 a los 20 años, pero son muy variables.

No hay fecha exacta, pero la caída del primer diente de leche suele producirse a los 6-7 años. Aunque no siempre hay un orden en la caída, es muy probable que primeramente se caigan los incisivos inferiores, y los últimos dientes de leche en caer suelen ser los caninos superiores y molares inferiores.

Los profesionales de Alcoy Centro Ortodoncia explican que "los dientes se empiezan a caer cuando el diente definitivo sucesor, que está debajo de la encía, empieza a presionar la raíz del diente de leche y va aflojándolo poco a poco, moviéndose hasta su caída". El niño debe hacer vida absolutamente normal mientras se mueven los dientes de leche. No es conveniente forzar éste movimiento en exceso, ni tirar de él cuando aún está muy fuerte, ya que podría dañar el diente y la encía.

Uno de los problemas muy común cuando empiezan a moverse los dientes de leche es que, por miedo a tocarlos y que se caigan, los niños dejen de cepillarse adecuadamente la zona del diente que se mueve; ya que ésta falta de cepillado podría provocar el acumulo de restos de comida, placa bacteriana, e inflamación de la encía en esa zona. Hay que vigilar que, aunque se mueva algún diente, el niño se cepille correctamente toda la boca.

*Todas las edades de erupción que hemos indicado son orientativas. Pueden servir cono guía para que los padres sepan cuál es la edad media en la que salen o se caen los dientes.

**Cada niño es diferente. Una alteración en las edades o secuencia de erupción de los dientes no es una patología en sí misma; a veces puede ser un signo de alarma, por lo que si vemos algo fuera de lo normal es aconsejable pedir consejo a un especialista para que descarte cualquier anomalía en el número o posición de los dientes y prevenir problemas futuros.