Los perros son mascotas fieles a sus dueños, pero por seguridad y precaución, debemos pasearlo por la calle atado a una correa.
Pero aunque pensemos que estas correas son diferentes por decoración o por moda, en Aitana Clínica Veterinaria, explicamos que cada perro tiene su prototipo ideal de sujeción y según la etapa de la vida, se deben utilizar diferentes tipos de correas.
Cuando un perro nace y llega al hogar donde va a desarrollar su cuerpo y su vida, lo primero que debe hacer el dueño, una vez vacunado el animal, es hacer que su mascota se relacione con el entorno y salga a la calle.
Lo normal al comprar la primera correa es dejarse llevar por los colores o los materiales. El nylon y el cuero suelen ser las primeras elecciones para nuestros cachorros, pero lo único que provocan estas correas es que los pequeños perros las mordisqueen.
En Aitana Clínica Veterinaria recomendamos utilizar las correas metálicas durante los primeros 7 u 8 meses de vida de nuestro cachorro. Esta correa debe ser de unos 70 cm de largo y de 8mm de ancho como mucho.
La siguiente correa en su etapa, cuando adquiera corpulencia para tirar más de nosotros, debe ser la de cordón. Son ligeras y duraderas, pero sobre todo más seguras para nosotros y nuestro entorno.
Por último, la correa extensible es la que más llama la atención, pero si nuestra mascota es de raza mediana o grande, la libertad de movimiento que permite esta sujeción se puede convertir en anarquía del perro a cada paso. Así nunca aprenderá a pasear.
Un artículo de Juan Sirvent, de Aitana Clínica Veterinaria.


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