Las enfermedades osteoarticulares son uno de los trastornos de salud mas frecuentes en la actualidad, tanto es así que se estima que para el año 2015 será la mayor fuente de gastos en salud por encima de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Bajo el término de enfermedades ostearticulares se agrupan más de 100 dolencias que afectan al aparato locomotor. Estas dolencias que se focalizan en huesos, músculos, tendones, articulaciones... no son incurables como antiguamente se pensaba, ni condenan a quien las padece a una vida de dolor, si no que, una vez mas, la naturaleza pone a nuestra disposición armas para combatirlas y hacerlas llevaderas.
Son la artritis y la artrosis las de mayor incidencia y tanto sus síntomas como su origen es orgánico es diferente.
Artrosis
Se define como el desgaste progresivo y relacionado con la edad del cartílago de las articulaciones, también puede producirse debido a lesiones o defectos congénitos del cartílago y puede afectar a todas las articulaciones.
Los síntomas son el dolor y la rigidez de la articulación,(sobre todo por las mañanas) así como el dolor de la puesta en marcha, tras un reposo prolongado, los primeros movimientos resultan dolorosos, aunque en la artrosis este dolor desaparece cuando la articulación se calienta.
Artritis
Es la inflamación de la articulación y dependiendo de su causa, la artritis puede ser infecciosa, reumatoide, gotosa, psoriasica y de muchos otros tipos. En cualquier caso la ciencia la define como una enfermedad autoinmune.
Los síntomas típicos son el dolor, la inflamación, enrojecimiento y movilidad limitada.
TRATAMIENTO
El abanico de posibilidades es muy amplio, desde realizar ejercicio suave con regularidad, evitar alimentos acidificantes como los alimentos refinados, proteína de origen animal y grasas saturadas, los numerosos medicamentos que hay hasta los tratamientos naturales mas adecuados para cada caso como:
Artritis:
Para la inflamación: EPA/DHA (omega 3), perlas o cápsulas de mejillón verde, cápsulas de cúrcuma, harpagofito.
De origen autoinmune: Enzimas Proteolíticas.
De origen infeccioso: Oligoelementos antisépticos, propóleo.
Artrosis:
Para el desgaste de cartílago: Sulfato de glucosamina, condroitin sulfato, colágeno, ácido hialurónico, magnesio, calcio, silicio orgánico, cartílago de tiburón…
En general este tipo de preparados siempre es muy interesante a tener en cuenta sobre todo en las fases iniciales de la enfermedad para frenar el proceso y para actuar desde la prevención. Está claro que si el desgaste artrósico y la inflamación están muy avanzados puede ser difícil ver mejoras importantes con ningún tratamiento, de ahí la importancia de la prevención.
Un artículo de Montse Pascual, responsable de l'Herbolari de Montse y licenciada en Farmacia Natural.


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