Los habrá quien recuerden alguna de las temporadas del Alcoyano en Primera División, aunque queden pocos. También aquellos que puedan narrar las andanzas del Deportivo por categorías regionales inferiores a la Tercera. Pero quizás la gran mayoría coincidan en que la 2019-20 ha sido una de las más atípicas del conjunto blanquiazul en toda su historia. En este reportaje queremos recopilar a modo de crónica un resumen de la vuelta a la Segunda B, un año y largo pico después.

LA PLANTILLA

2 de junio de 2019. Se consuma el descenso del Alcoyano a Tercera División tras muchas temporadas en la categoría de bronce y un paso fugaz por la Segunda División en la 2011-12. A partir de aquí empezaba el camino más difícil, el del resurgir de la moral, tal y como ha rezado el eslogan en la web y redes sociales del conjunto de El Collao.

Para empezar a empujar al Ave Fénix hacia arriba, el club se puso manos a la obra para confeccionar su plantilla. Se quedaron Navarro, Óscar Díaz y De Lerma, aunque este último acabaría marchándose en plena pretemporada. El anuncio de Vicente Parras como entrenador y de José Luis González como secretario técnico fue el principio de la alcoyanización. Volvieron algunos hijos pródigos, futbolistas criados en casa que empezaron a devolver la ilusión a aquellos que ya no creían en el modelo de fichajes de la casa. Devesa, Chato, Palopa, Josué, Moltó, Pablo Carbonell, Raúl… y la guinda del pastel: Juli. Todos con experiencia en categorías superiores, todos con el compromiso de haber pertenecido al club desde la base.

A esta alcoyanización se le agregó la vuelta de otros jugadores que, sin pertenecer a la cantera, habían vestido ya los colores del Deportivo. Las buenas sensaciones que habían dejado en sus anteriores etapas Fran Machado, Pau Franch y Jony Ñiguez eran más que garantía de éxito para que su segunda etapa fuera igual o mejor.

La plantilla la completaron otros fichajes que, conocidos o no por el público, pronto hablaron en el campo y se ganaron el respeto de la grada: José Juan, Rubén Garcés, Diakité, Acevedo y el gran descubrimiento: Ruba. Todos ellos han rozado la excelencia, pero el caso del extremo procedente del Arandina ha maravillado a todos. Incluso a los rivales, que llegaron a hacerle marcajes individuales en algún que otro partido.

Los porteros Maxi y Natxo Faus, los canteranos Aracil y Peiró, y la incorporación más tarde de Mikel Solis son los nombres que cierran una plantilla que pasará a la historia por sumar un nuevo ascenso para el Alcoyano.

LA LIGA REGULAR

Partido a partido, el Alcoyano ha sido observado por sus rivales y también por el resto de aficionados y periodistas de ámbito estatal. Y es que no había manera de derrotar a este equipo. La casualidad hizo que justo en el último partido de liga llegara la única derrota de la fase regular. El Acero, en posiciones de descenso, sorprendió a los de Parras con un 1-0 que dio paso a la pandemia y a la decisión de dar por finalizada la temporada en esta categoría.

Pero antes de este partido, pasaron muchos en los que el Alcoyano dejó muestras de ir sobrado en la categoría y de mostrarse como un férreo candidato al ascenso. Justo en el primer partido, en casa del Benigànim, el conjunto local dejó helados a las decenas de personas de Alcoy que poblaron el feudo valenciano. A los 3 minutos ya ganaban 1-0 y los fantasmas del pasado sobrevolaron por unos instantes las cabezas de todo aquel fiel a la moral. Nada más lejos de la realidad, ya que poco tardó el equipo en mover el balón y dejar brillantes sensaciones en el 1-3 final.

Luego llegaron las victorias ante el Recambios Colón, Saguntino, Atzeneta, Roda, Vilamarxant, Paterna, Novelda, Acero y Hércules B, todas seguidas. Los primeros en rascar un punto ante el Deportivo fueron los jóvenes del Villarreal C. Un tempranero golazo en el único chut a portería del ‘submarí groguet’ les valió para llevarse un punto de El Collao tras el empate de Juli en el 39’.

Dos nuevos empates ante Olímpic y Crevillent generaron emoción en los perseguidores, pero la solidez de los de Alcoy continuó. Victorias en San Vicent del Raspeig y ante el Elda, para de nuevo empatar en Silla. Contundente 4-0 al Alzira, segundo clasificado al final de la temporada y 0-3 ante el filial del Elche fueron los resultados antes del último partido de la primera vuelta. Este fue en casa ante el rival que, a priori, iba a ser el máximo contrincante para alzarse con el liderato: el Intercity. El choque terminó 2-2 y fue una lucha de titanes entre dos plantillas que demostraron que su lugar estaba más arriba. Luego el destino los cruzó en el play-off exprés.

En la segunda vuelta, victoria ante el Benigànim y empate en el campo del Recambios Colón, una de las revelaciones de la temporada. Nuevos 3 puntos conseguidos ante Saguntino, Atzeneta, Roda y Vilamarxant, para acabar la temporada con empates en Paterna y ante el Novelda, además del mencionado 1-0 en el feudo del Acero.

EL PLAY-OFF EXPRÉS

Llegó el dichoso virus y lo paró todo. Nadie sabía qué iba a pasar y el deseo de que concedieran el ascenso a aquel que más se lo había ganado se desvaneció pronto. La Federación Española decidió cambiar el sistema de play-off y hacer un play-off ‘exprés’, que de rápido no tuvo nada y se alargó una eternidad con varias incertidumbres de por medio que a más de uno le habrán provocado ansiedad y angustias.

Jugar contra rivales del mismo grupo hizo que el Alcoyano se tuviera que ver las caras con el potente Intercity de nuevo, esta vez en Alzira como escenario neutral. Una primera parte floja hizo temer el resultado, aunque el empate valía para pasar gracias a la condición de campeón de la liga. En la segunda, el reloj avanzaba cada con cada vez más opciones del Alcoyano, aunque antes del 0-0 final, Raúl sacó sobre la línea de gol lo que hubiera supuesto un mazazo.

Justo la estocada llegó en el peor momento. En la final del play-off, disputado en La Nucía, se cruzó el mediático Atzeneta, con David Albelda como míster. Los valencianos vencieron por 0-1 y una población de apenas 1.100 habitantes estará en Segunda B el próximo año. Un centenar de aficionados de Alcoy desde fuera de las inmediaciones del Estadio Olímpico Camilo Cano vieron la versión más pobre de la temporada de su equipo.

LA REPESCA

No todo estaba perdido. La alegría del Atzeneta contrastaba con las caras alcoyanistas, pero la anunciada repesca de la RFEF para dos plazas más en Segunda B destinadas a campeones que no superaran la final del play-off hizo remontar de nuevo los ánimos del fénix blanquiazul. Días después, el bombo decretó que la última bala para el retorno a la categoría de bronce fuera superar al Lealtad de Villaviciosa, campeón asturiano, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El otro ascenso saldría del Marino canario frente al Linares andaluz.

Y de nuevo se cruzó el virus. El conocimiento de que tres futbolistas del Marino dieron positivo por Covid-19 justo el día en el que iba a jugar el Alcoyano, obligó a suspender esta fase final. Menos de 3 horas antes del encuentro se conoció la noticia que pilló a muchos de camino a la finalísima del Deportivo.

Nuevas semanas de esperas, nervios, nóminas que pagar en pleno agosto, menor tiempo de planificación de cara a la próxima temporada y una afición que todavía no sabía si la distancia social que guardarían con el compañero de grada sería para ver al Alcoyano en Segunda B o Tercera.

Pero como si de un cuento se tratara, todo protagonista que se lo curra mucho para lograr su objetivo, pese a los obstáculos que se encuentra en el camino, al final lo acaba consiguiendo. El Alcoyano termina con final feliz un año inolvidable, en todos los sentidos.