La eliminación del Real Madrid a manos del Alcoyano es la noticia del día. La han calificado de “humillación”, “vergüenza” o “bochorno” en los grandes medios nacionales. Vamos a darle la vuelta. La victoria del Alcoyano ante el Real Madrid ha sido “apoteósica”, “descomunal”, “histórica”.

El Collao se vistió de gala para recibir los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Nuevos anunciantes en las vallas publicitarias, mano de pintura a los fondos, periodistas reputados ocupando cabinas y palcos. Algunos dicen que todavía resuena en Alcoy el eco de la frase de Manolo Lama de “¡cuánto queda José Francisco!”.

Tener más o menos descanso en el fútbol entre partido y partido queda claro que no siempre influye. El Real Madrid no tuvo partido el fin de semana, tras caer en semifinales de la Supercopa, mientras que el Alcoyano visitó al Hércules en un choque muy importante para la liga. A esto le añadimos que los blancos jugaron con algunos menos habituales y el Deportivo volvió a competir prácticamente con los mismos que en partidos anteriores.

Otra de las claves que no se ven por la televisión y que solo unos pocos privilegiados que estuvimos en El Collao pudimos apreciar, es la importancia del cuerpo técnico. Sobre todo del entrenador. Vicente Parras no paró en ningún momento de ordenar a sus jugadores en el campo, de transmitirles confianza, de tratar de revertir malas acciones. Es su trabajo, sí, pero no todos lo hacen igual. Ángel es uno de los futbolistas a los que más corrige. No es nada malo y quizás esa insistencia es lo que está provocando que cada día sea mejor futbolista, tanto en ataque como en defensa.

Los gritos de Parras hacia sus jugadores se volvieron en los instantes finales hacia la grada, en busca de contagiar a los directivos allí presentes (y también a los periodistas locales). No es tan efusivo como el Cholo Simeone, pero su cara reflejaba más felicidad que la del argentino eliminando a un rival en Champions.

Sobre los jugadores podríamos escribir párrafos y párrafos sobre cada uno de ellos, pero es de sobra conocido lo que han hecho José Juan, Solbes, Juanan y compañía. Todos estuvieron espléndidos, todos fueron solidarios. Porque en este tipo de partidos puede que tener enfrente al Real Madrid invite a lucirse individualmente, pero la jugada del segundo gol del Alcoyano demuestra el espíritu de equipo de los blanquiazules.

Lo de la moral del Alcoyano sabemos que es lo primero que se le habrá venido a la cabeza tras el llamado Alcoyanazo. Tras esta eliminatoria, la moral será eterna, pero para presumir de tenerla hay que demostrarlo. Un ejemplo se vivió en el minuto 89. El partido iba 1-1, enfrente estaba el Real Madrid, ya con jugadores como Benzema en el campo. La prórroga beneficiaba al Deportivo. Atrapa José Juan un balón aéreo y, en vez de tirarse al suelo, hacer ‘la croqueta’ y rascar unos segundos al crono, lo que hace es levantar la cabeza, ver a Mourad solo arriba junto a 3 defensas del Madrid y lanzarle un balón aéreo para que corra al espacio. Si eso no es tener moral…

Y para terminar, la típica pregunta: “¿A quién queréis ahora en octavos?”. Después de lo visto ayer, quizás se la tendrían que hacer al resto de equipos de Primera. Nosotros ya les damos la respuesta que deberían tener: “A cualquiera, menos al Alcoyano”.