Nos encontramos a principios de la primavera y es un buen momento para hacer un repaso de los alimentos que esta temporada puede ofrecernos. Ya sea por su sabor o por las propiedades que pueden aportar a nuestra dieta, es interesante tenerlos en cuenta; máxime cuando nuestra tierra tiene tanto que ofrecernos.

De hecho, puede ser habitual que, tras el frio del invierno y las comidas copiosas propias de algunas de sus festividades, el cuerpo nos pida alimentos más frescos, como frutas o verduras. En ese aspecto estamos de suerte, puesto que son propias de esta estación frutas como las cerezas o las fresas, y también los melocotones o los nísperos, todas ellas ricas en nutrientes como las vitaminas A, C o E. Tampoco debemos olvidar que en estos días también podemos encontrar el albaricoque, la nectarina o el pomelo (este último muy popular por su zumo, que muchas personas consumen durante el desayuno).

Respecto de las verduras, tenemos el calabacín y la alcachofa (ideales en tortilla, por ejemplo); y también tendemos a nuestro alcance los espárragos y los puerros, así como el apio, el hinojo y los ajos, todos ellos con interesantes propiedades nutritivas. Precisamente al hinojo se le atribuyen cualidades digestivas y diuréticas, entre otras. De entre las legumbres, están los guisantes y las habas, unos alimentos de gran importancia para nuestra dieta mediterránea y que nos ofrecen un importante abanico de posibilidades a la hora de cocinarlos.

Entre las verduras y hortalizas propias de estos meses encontramos también la cebolla, que por supuesto podemos añadir a nuestras ensaladas y guisos (siempre y cuando nos siente bien, cosa que no todo el mundo puede decir). La cebolla también puede comerse sola, pero es muy apreciada en platos elaborados; pensemos, por ejemplo, en unas colmenillas a la crema. La Colmenilla (también conocida como Múrgula) suelen aparecer en el principio de la primavera; su forma es muy peculiar, y si la seccionamos por la mitad, casi nos puede recordar una ruleta como las del juego, donde la bola da vueltas hasta caer en uno de los huecos. Hay que saber escogerlas y cocinarlas adecuadamente, pero si lo sabemos hacer, se trata de un verdadero manjar.

La Colmenilla no es el único caso de seta que aparece en primavera. También tenemos otros tantos deliciosos ejemplos, como los Perrechicos, también llamados Seta de San Jorge, muy aromáticos y propio de finales de abril. El Gurumuelo o seta del sur también nos acompaña en estos días, aunque para encontrarla es necesario desplazarse al suroeste peninsular, donde es muy apreciada.

Y dejando aparte los vegetales y las frutas, si nos preguntamos cuál es el verdadero alimento protagonista de la época primaveral, la vicepresidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Euskadi, Ingortze Zubieta, lo tiene claro: se trata del pescado azul. Además de contener proteínas de gran valor y ácidos grasos poliinsaturados, disponemos de una importante variedad que puede hacer nuestras delicias en diversos platos: hablamos del atún rojo y del bonito del norte, pero también del jurel o el boquerón o de la apetecible sardina, que podemos elaborar con espetos. Por supuesto, además del pescado azul tenemos otras opciones, como el gallo, el lenguado o la palometa, y el delicioso rodaballo.

Sea cuál sea nuestra elección (o más bien elecciones), el paso de una temporada a otra nos de para una gran variedad de alimentos. Eso sí, conviene que recordemos que una dieta sana debe ser, además de variada, equilibrada y debe acompañarse de ejercicio físico. Es recomendable que consultemos con un profesional de la nutrición que es lo que nos puede resultar más beneficioso, ya que cada organismo es diferente y puede tener limitaciones (como las intolerancias o la incompatibilidad con otros temas relacionados con la salud). Afortunadamente, el abanico es amplio y nuestro país tiene una excelente materia prima que ofrecernos para preparar todos estos exquisitos productos de la tierra.