Cada vez más personas se vuelcan al ciclismo, ya sea amateur o profesional. El cuidado del medio ambiente y la conciencia sobre el mantenimiento de la salud han logrado que mucha gente comience a utilizar bicicletas como un nuevo medio de transporte ecológico y saludable.

El ciclismo se ha convertido en el deporte por excelencia para cuidar la salud cardiovascular en particular y para ejercitar los músculos en general. Pero, aunque parezca sencillo, existen algunos puntos que debemos tener en cuenta al momento de comenzar a montar este vehículo de dos ruedas.

Qué tener en cuenta para convertirse en un ciclista

Existen dos aspectos muy importantes para considerar cuando nos montamos en una bicicleta:

Técnica y equipamiento

Tamaño de la bicicleta: Lo imprescindible es la altura del asiento y el alcance al manillar. Como regla general, al sentarse, se debe observar una leve flexión en las rodillas y el torso no debe sobrepasar el ángulo de 45 grados. Si estas condiciones no se cumplen, los dolores de espalda o de piernas podrían comenzar a aparecer rápidamente.

Accesorios: No hay que olvidar los elementos de seguridad, como el casco, las luces y la chaqueta de visibilidad para transitar de noche. Si bien existen muchos más equipos de ciclismo que pueden incluirse, estos tres son esenciales para circular en la vía pública y para reducir al máximo los riesgos de accidentes.

En el caso de que el ciclismo se convierta en una actividad profesional, los requerimientos al momento de adquirir una bicicleta son más exigentes y es importante consultar con profesionales del sector para obtener la mejor opción.

Adaptación física

Frecuencia: Si es el primer contacto con una bicicleta, es mejor comenzar de a poco. Tanto el corazón como los músculos requerirán de cierto tiempo para poder ser exigidos un poco más. Lo recomendable es salir entre dos y cuatro veces por semana no más de una hora por cada recorrido durante las primeras seis semanas.

Hidratación: Dado que el ciclismo requiere de un gran esfuerzo físico, hidratarse antes, durante y después del ejercicio es necesario para la salud del cuerpo. Las bebidas isotónicas también son una buena alternativa porque tienen una rápida asimilación. Según los profesionales de este deporte, el objetivo es beber medio litro cada hora a partir de la segunda hora.

Objetivos alcanzables: Nadie es igual a nadie; por eso se aconseja establecer metas alcanzables para cada persona, rutina, cuerpo y resistencia física. Si se establece un objetivo que se pueda concretar, es casi un 100 % seguro que se mantendrá la motivación y no se abandonará la práctica en el primer intento.

Salud, ante todo: Todos los días no son iguales, y el cuerpo no responde de la misma forma todas las semanas. Así que, si el cansancio aparece, evitar la exigencia es la primera recomendación de los profesionales de la salud. Se debe dejar que los músculos transiten normalmente la fatiga sin obsesionarse con cumplir el entrenamiento a rajatabla.

Convertir al ciclismo en una actividad de goce es el objetivo final de la práctica de este deporte. Para que el ejercicio en bicicleta sea aún más placentero, una buena idea es salir a rodar con amigos, familiares o con aficionados de algún club de ciclismo que también disfruten del entrenamiento al aire libre.