De nuevo La Vuelta ha pasado por nuestra casa. La edición 2023 de una de las tres grandes pruebas ciclistas de carretera en el mundo ha permitido a los aficionados acercarse a la élite del deporte de las dos ruedas a la vez que ha mostrado los encantos de nuestros paisajes al mundo entero.

Esta vez el itinerario ha pasado entrado en nuestras comarcas por Tollos, para continuar por Fageca, Quatretondeta, Gorga, Benilloba y Benifallim. La octava etapa de La Vuelta ha salido de Dénia para acercarse al interior de la provincia por Pego y la Vall d’Ebo. Una de los objetivos de la Diputación de Alicante, promotora de esta etapa, ha sido mostrar la “perfecta combinación de costa e interior de la provincia de Alicante”, tal y como ha afirmado en la salida el presidente de la institución provincial, Toni Pérez.

A efectos deportivos, en la etapa de este 2 de septiembre han destacado los cuatro puertos de montaña intermedios y la meta. Los puertos de montaña del Alto de la Vall d’Ebo, Tollos, Benifallim y La Carrasqueta han puesto a prueba a los corredores en un sinparar de subir y bajar. La meta en el ya acostumbrado Xorret de Catí de Castalla y el rápido y corto descenso posterior hasta el final han ofrecido a los aficionados una tarde de emociones.

Cuando la prueba ha llegado a nuestras comarcas, el pelotón se había ya disgregado. Desde el descenso del puerto de Tollos hasta poco antes de La Carrasqueta se ha mantenido escapado el belga Thomas De Gendt, del equipo Lotto. Detrás, en el grupo perseguidor, han estado hombres como Antonio Tiberi, Cristian Rodríguez o Jasha Sütterlin. De esta manera, quienes han esperado en las curvas y cuestas clave del recorrido han podido tener tiempo para ir descubriendo a cada corredor. Tras otro grupo con ciclistas del Groupama, el equipo del en ese momento líder de la prueba, ha llegado el grueso de corredores, con la malla roja de la que se ha despedido en esta etapa, el joven francés, Lenny Martínez. Y como todo esfuerzo tiene valor, señalamos que el último, al menos en la subida al puerto de Benifallim, ha sido el también francés del Total Energies, Pierre Latour. El vencedor en el Xorret de Catí el primero ha sido el corredor eslovaco del Jumbo Primož Roglič y su compañero, el estadounidense Sepp Kuss se ha enfundado la camiseta roja de líder, al sacarle un minuto a su propietario anterior.

Los más avezados han sido capaces de distinguir a las grandes figuras y aplaudir a sus ídolos. La cercanía con los lugares de residencia de extranjeros europeos en la costa ha ayudado a que pocos corredores hayan quedado sin reconocimiento de sus seguidores, o al menos de sus compatriotas. Los corredores belgas, los franceses o los neerlandeses han podido escuchar ánimos en sus respectivos idiomas, junto a los ‘aupa’ o vinga, vinga’ del terreno.

Las motos de los comisarios, las piruetas de los fotógrafos, las cámaras de televisión, los más de 130 guardias civiles con sus casi 60 motocicletas, los coches de los equipos y, como estrellas principales, los dos helicópteros de la tele y el de la Guardia Civil han centrado la atención de quienes han llegado con tiempo a la carretera. Entre refresco y bocata, aplausos a los amateurs que se han acercado a La Vuelta en sus propias monturas y consulta al móvil para ver por dónde iban, ha ido pasando esta mañana, unos entretenidos con el deporte y otros con la esperanza de haber salido en la tele al saludar al helicóptero. Al menos, nuestras montañas y poblaciones sí han salido y seguro que servirá para que en otros lugares nos conozcan mejor.

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