Los denominados ‘aparcamientos disuasorios’ al aire libre que hay en seis espacios del centro de Alcoy ya informan de cuántas plazas disponibles tienen en cada momento. Estos párquines intentan evitar que se acceda a las calles del casco histórico destinadas a transformarse en zonas de bajas emisiones.

La intención de que tiene el Departamento de Movilidad Sostenible es que se vaya directo al lugar en el que hay sitio y se evite que los vehículos tengan que ir buscando hasta que se topen con el ansiado hueco en el que dejar el coche. Al conocer en tiempo real la disponibilidad de plazas “disminuirán los tiempos de circulación y, en consecuencia, reducir la emisión de gases contaminantes”, ha explicado el concejal Jordi Martínez.

De momento, los conductores pueden acceder a la información que proporcionan las cámaras con Inteligencia Artificial de los estacionamientos solamente a través del panel informativo de la calle Sant Tomás, esquina con Sant Jaume. Más adelante habrá una aplicación móvil para que se pueda consultar mientras se conduce. Martínez ha añadido como ventaja a esta modernización de la gestión del tráfico “un uso más racional y eficiente del espacio público, alineándose con las políticas de movilidad sostenible”.

Las cámaras dotadas de Inteligencia Artificial para contar las plazas libres y ocupadas están en los aparcamientos de La Riba, Sant Antoni, Verge María, Sant Joan, Sant Bonaventura y Torre de les Maçanes. El Ayuntamiento ha anunciado que, además, este sistema también controlará las zonas de carga y descarga.

El coste de la instalación de este sistema de vigilancia es de algo menos de 200.000 euros. Forma parte de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Alcoy, que cuenta con una financiación de 2.670.000 euros de los fondos europeos.