No nos cansamos de repetir que a principio de temporada mandatarios, dirección deportiva y cuerpo técnico, entonces liderado por Vicente Parras, hablaban de una plantilla del Alcoyano hecha con el objetivo de ascender a Segunda División. Finalizada, el Deportivo ha dicho adiós a la Primera Federación, pero para caer a Segunda Federación.

Los deberes en el último partido ante el Castilla era ganar y esperar, pero por mucho que corriera la voz sobre los goles en los otros campos, la realidad es que en El Collao no se han cumplido los cometidos, hoy tampoco. Alcoyano y Real Madrid Castilla han empatado a 0 y, aunque al final no han acompañado los finales de Marbella y Sanluqueño para los intereses blanquiazules, se ha terminado la campaña demostrando la pobre línea seguida desde agosto de 2024.

En cuanto al partido, el Alcoyano ha salido con fuerza para sorprender al Castilla desde el inicio. Undabarrena a punto ha estado de alojar el esférico en la escuadra con un tiro potente y, más tarde, ha sido De Palmas quien de disparo cruzado ha obligado a que la manopla del portero rival enviara a córner su intento.

El paso de los minutos ha diluido un comienzo prometedor y, ya en la segunda parte, ha sido el Castilla el que con un par de contraataques ha podido fulminar a los de Garrido.

A partir del 70’, de nuevo el Alcoyano ha apretado para intentar lograr el ansiado tanto, primero con un tímido chut de Albisua y luego con un cabezazo de Losada que el meta se ha sacado de encima sin atajar el balón, pero con ningún blanquiazul a la espera del rechace.

En el 77’, Primi ha visto la roja directa por una falta al borde del área siendo ya el último defensor de la zaga alcoyanista. Con prácticamente el partido terminado, primero ha gozado el Castilla de un remate al palo tras el lanzamiento de falta directa de Palacios, seguido de otro impacto en ‘la madera’ de Albisua en el área del Castilla con un remate acrobático.

El pitido final ha certificado lo vivido durante toda la temporada. Tras el caso La Nucía, se vendió que había plantilla para soñar con cosas grandes, quizás para borrar la idea de que el equipo podía haberse trasladado de ciudad. Pasada la tempestad, vino la calma, la institucional, y con ella, la realidad deportiva: no había calidad suficiente para afrontar una categoría que requiere mucho más.

Ahora llega el tiempo de asumir responsabilidades y de hacer autocrítica. Pero en Segunda Federación, dos categorías por debajo desde donde se quería estar. Muchos dirán adiós en los próximos días: por favor, cerrad la puerta al salir.