Para David Sandín, el chef propietario del Restaurant Sant Francesc 52 de Alcoy, ha sido toda una experiencia. Cocinero por pasión y restaurador por devoción, se ganó a pulso a principios de mayo el pase para representar a la gastronomía de nuestro territorio en Polonia gracias al premio a la mejor tapa de la Comunitat Valenciana. Junto a Àlex Pérez han viajado esta semana pasada a Varsovia para dar a probar su coca de espinacas con allioli y caballa en semi-salazón, la tapa galardonada, como hacen cada día en el Sant Francesc 52.

A la alegría de haber obtenido el reconocimiento a una elaboración pensada en equipo, se ha unido la ilusión porque parte de su hacer sirva para promocionar el destino en el Día Mundial de la Tapa en el otro lado de Europa y compartir cocinas con el resto de la delegación, formada por chefs con Estrellas Michelín, Soles Repsol y experiencia estratosférica. Sin embargo, Sandín ha destacado de ellos su humildad, su amor por los fogones. “Han sido superamables, muy cercanos, interesados por lo que hacíamos, dispuestos a mostrarnos sus elaboraciones…”.

“Y es que incluso nos han dejado que les echemos una mano”, puesto que David y Àlex solamente debían presentar su tapa ganadora, mientras que Cristina Figueira de El Xato, Miquel Barrera de Cal Paradía o María José Martínez del Lienzo de Valencia tenían que preparar más platos.

El acto se ha celebrado en el Restaurant Belvedere de la capital polaca, ubicado en un espectacular palacete en el Parque Lazienki, el parque con más extensión de Varsovia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.  El acto ha estado organizado por la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana (CONHOSTUR), Turisme Comunitat Valenciana, el Consejo de Cámaras y la Oficina de Turismo de la Embajada de España en Varsovia. Han participado más de 120 representantes del sector turístico polaco, agencias de viaje, touroperadores, medios de comunicación y otros prescriptores.

Son muchas las anécdotas que ha compartido David Sandín con Pagina66. Además del orgullo que el cocinero alcoyano siente por mostrar nuestra gastronomía a quienes van a aconsejar dónde viajar para probar los mejores platos del mundo, ha habido otras muchas cuestiones que ha recibido con atención. “Es emocionante oír el nombre de tu restaurante y el de tu ciudad en los parlamentos en inglés o polaco, que se acerquen grandes cocineros de allí y te pregunten cómo haces el allioli o que te dejen una mesa con tu foto, la explicación de la tapa y encima te pongan dos cocineros locales para que te ayuden, un lujazo todo”, ha explicado Sandín.

El susto lo tuvo al regreso, en el aeropuerto. Los policías polacos no entendían para qué facturaba una caja de alimentación que ya no pesaba. “Y todo eso en un cuartito en el que nos metieron, hablando en inglés con acento raro y muy deprisa”. Son las pegas del éxito, que a veces hay que explicar a un guarda sospechante que no, que la caballa es un pez de este lado del Mediterráneo, que el ajo con aceite de oliva está de muerte y que la caja está medio vacía porque la coca de espinacas con allioli y caballa en semi-salazón ha tenido el éxito esperado. Igual tendrán que venir a Alcoy a probarla al Restaurant Sant Francesc.